Las cadenas y sus asociados crean un órgano arbitral para el sector
Las dos asociaciones del sector de la franquicia, la que agrupa a los franquiciados y la que representa a los franquiciadores, han llegado a un acuerdo para constituir una corte arbitral específica del sector. Esta iniciativa, que empezará a funcionar antes del verano, ha sido creada por un grupo independiente de empresarios ligados a la franquicia y cuenta con el respaldo de ambas instituciones. Su objetivo es resolver los conflictos que surjan entre las partes de una forma más ágil y económica que en los tribunales, y con la garantía de contar con árbitros expertos en el tema. El presidente de la corte será el ex magistrado del Supremo Francisco Morales.
El crecimiento que el sistema de la franquicia ha experimentado en los últimos años ha puesto de manifiesto los conflictos que pueden surgir entre franquiciados y franquiciadores y, sobre todo, la necesidad de articular una serie de mecanismos adecuados que agilicen la solución a estos problemas. En este sentido, el arbitraje ha sido la fórmula elegida y aceptada por ambas partes.
Un grupo de empresarios independientes ligados al sector han puesto en marcha la corte arbitral de la franquicia que cuenta con el respaldo de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) y la Asociación Española de Defensa del Franquiciado (Aedef), es decir, las dos caras de la moneda. Para ello se ha constituido una Asociación ad hoc de la que depende la corte y que estará presidida por el financiero y empresario Guillermo Jiménez de Mora.
En cuanto a la corte arbitral, estará formada por unos 15 miembros entre los que se encuentran el ex magistrado del Tribunal Supremo Francisco Morales, que ocupará el cargo de presidente. Como vicepresidente estará el jurista, abogado y consultor Emilio Ruiz-Jarabo. También participan en la iniciativa Eduardo Sanmartín (director general del Banco Hispamer), Tomás Pérez Ruiz (consejero delegado de ICO-Leasing) y el abogado Santiago Maíz, entre otros.
Además de estos miembros permanentes, habrá un equipo de árbitros a los que se recurrirá para solventar casos en aquellas poblaciones en las que no exista una representación suficiente de los integrantes habituales de la corte.
Según Santiago Maíz, que es quien ha puesto las bases técnicas de la corte, ésta empezará a funcionar antes del verano. 'El objetivo es que los problemas que puedan surgir entre los franquiciados y los franquiciadores se resuelvan de la forma más rápida, ágil y económica posible', apunta Maíz.
Aunque todavía no están fijadas las tarifas que regirán en la corte arbitral, la idea es que se cubran los honorarios de los árbitros (serán uno o tres, aunque en casos muy complejos se puede llegar a cinco) y que quede un remanente que garantice el buen funcionamiento de la corte. Para ello se constituirá una secretaría general.
Según Santiago Maíz, una de las ventajas del laudo arbitral es que se trata de una resolución definitiva y firme salvo que se produzcan defectos de forma en el procedimiento o lo dispuesto vaya en contra del orden público.
Por su parte, Nerea Arriola, gerente de la Asociación Española para la Defensa del Franquiciado, valora la rapidez del sistema, el hecho de que el laudo tenga 'rango de ley' y que sea confidencial. 'Desde que se constituyó esta asociación en 1996, nosotros siempre hemos defendido el sistema arbitral como fórmula para solucionar los problemas, pero lo ideal es que exista una cámara específica para la franquicia', añade Arriola.
La clave está en la cláusula del contrato
'Los juicios siempre son desaconsejables porque son lentos y caros', apunta Nerea Arriola, gerente de la Aedef. En este contexto, una de las claves es la inclusión de una cláusula de arbitraje en el contrato que el asociado firma con la enseña. Así lo explica Ezequiel Carretero, presidente de la citada asociación. 'Normalmente, recomendamos a todos los franquiciados que en los contratos se incluya una referencia arbitral que a partir de ahora debería estar remitida a la corte de la franquicia', añade. Actualmente, hay muchas enseñas que incluyen una cláusula específica. Por ejemplo, Midas, Vital Dent o Mex.
'Hace tres años empezamos a hablar con la AEF sobre la posibilidad de crear un sistema específico, pero fue en la última Feria de Valencia cuando ya se empezaron a sentar las bases', comenta Carretero. Por su parte, Eduardo Abadía, gerente de la AEF considera que la iniciativa que se ha puesto en marcha es 'una fórmula práctica, con futuro y que va a ayudar a lograr soluciones pragmáticas entre las partes'. No obstante, uno de los puntos esenciales es 'la elección de los árbitros, ya que de ello dependerá la credibilidad del sistema para que tanto franquiciados como franquiciadores recurran a la corte arbitral cuando entren en conflicto. Todo debe estar enmarcado en un contexto de profesionalidad y madurez', añade Abadía.
En todo caso, uno de los mayores atractivos que encuentran las partes es la rapidez, ya que desde que se inicia el proceso hasta que se obtiene el laudo suelen transcurrir unos seis meses, frente a los dos años de media que suelen tardar los tribunales ordinarios.