Soñar con la historia
Acercarse a la historia sin renunciar a las comodidades del presente. Estancias de España agrupa hoteles situados en edificios con pasado legendario
Hay hoteles y alojamientos históricos. Dormir en el lugar que antaño fueron las dependencias de un virrey, una tahona o un refectorio es la propuesta de Estancias de España, cadena que reúne hoteles y restaurantes situados en edificios con marcado carácter histórico. El viajero desea acercarse a la historia, la arquitectura, el arte y las tradiciones de cada región y los alojamientos históricos dan respuesta a este floreciente y selecto turismo. Hay hoteles en la costa y en la ciudad; con vistas al mar y próximos a un parque natural; algunos presumen de jardines, otros, de claustro, y los hay que preparan una cocina a la antigua usanza, mientras que otros hacen guiños a la internacional. En España, el cliente puede elegir entre 56 hoteles y nueve restaurantes (hay siete en Mallorca y uno en Tenerife). Dormir a cuerpo de rey cuesta aproximadamente entre 60 y 200 euros, según los precios medios facilitados por Estancias de España. Además de su valor histórico y pasado legendario, los establecimientos prometen una atención esmerada al cliente y un compromiso de calidad. Son los elementos diferenciadores en una oferta cada vez más competitiva.
El punto de partida de estos alojamientos es la rehabilitación. No se escatiman medios para garantizar la autenticidad histórica de los edificios, manteniendo todos los elementos del pasado, que convierten los hoteles en auténticas reliquias para el descanso. Y la tarea no es fácil. José Antonio López Esteras, presidente del Consejo Asesor de Estancias de España, rescató literalmente de las ruinas el Monasterio de San Miguel en El Puerto de Santa María (Cádiz). Su transformación en hotel de lujo ha respetado la antigua arquitectura, convirtiendo en jardín el primitivo huerto, en restaurante el refectorio y en auditorio la antigua iglesia. Otro ejemplo es el de los hermanos Gadea Castro, propietarios de La Posada del Medievo, en Maderuelo (Segovia), inaugurado el pasado año y recién incorporado a Estancias de España. La conversión de una antigua casona románica adosada a la muralla medieval de la villa en un pequeño hotel de nueve habitaciones dobles se llevó a cabo empleando materiales reciclados. La decoración está basada en la propia arquitectura del edificio, con su estructura de madera, los suelos de barro cocido y la carpintería castellana con los herrajes de la época.
El proceso de recuperación de conventos, molinos, palacios, cortijos, haciendas e incluso bodegas para uso turístico se repite en la mayoría de establecimientos a los que da cobijo la selecta cadena hotelera: respeto a la arquitectura y decoración destinada a realzar los elementos más singulares del inmueble. Hasta aquí el edificio histórico, porque después hay que cuidar la larga lista de servicios que ofrecen estos establecimientos, lo que supone invertir en personal cualificado para poder satisfacer el compromiso de calidad.
Los clientes de Estancias de España, sin embargo, no sólo andan tras las huellas del Cid o los caballeros del Temple. Por eso, en 1998, la asociación impulsó la creación de la Federación Europea de Alojamientos Históricos, en la que participan organizaciones como Pousadas de Portugal, Hoteis Heritage Lisboa, Châtaux et Hotels de France, Scholosshotels Herrenhäuserin in ísterreich (Austria), Abitare la Storia (Italia), Pride of Britain, Countryside Hotels (Suecia), De Historiske Hotel (Noruega), Welsh Rarebits (Gales) o Irelands Blue Book y la también española, Hospederías Reales. Entre los logros de la organización internacional, poner a disposición del público hasta 25.000 camas repartidas por más de 1.000 edificios históricos, según destacó su vicepresidente, José Antonio López Esteras, la pasada semana durante una presentación de las actividades de la federación. Una larga lista que va desde el legendario Palacio de Häckeberga en Suecia, construido en 1824 para albergar al botánico Linnnaeus, hasta Villa di Piazzano en Italia, fundada en el siglo XVI bajo el auspicio del cardenal Passerini.
Ensanchar horizontes es, precisamente, una de las ventajas que los asociados ven a pertenecer a Estancias de España. Junto a esto, la agrupación centra sus esfuerzos en la promoción de sus miembros, a los que ofrece un abanico de servicios que van desde actividades de consultoría a cursos de formación (abiertos a todos los profesionales del sector). También realiza reservas -con independencia de que los clientes puedan reservar directamente en los establecimientos- a través de su página en Internet (www.estancias.com).