Blesa confía en que la Ley Financiera impulse las fusiones y alianzas entre cajas
El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, se quejó ayer del 'pavor' que produce en ciertas cajas de ahorros la posibilidad de que se introduzcan cambios en el sector y pidió un esfuerzo de adaptación a los nuevos tiempos para afrontar los retos tecnológicos y los derivados de la unión económica y monetaria.
En un discurso trufado de referencias históricas con el que resumió los 300 años de historia de Caja Madrid, aseguró que ha sido precisamente el cambio el elemento que define la historia de las cajas. '¿Nos va a asustar el cambio', dijo, 'somos hijos del cambio'.
Con ese espíritu defendió durante su intervención en el foro Nueva Economía, organizado por Abc y Andersen, la necesidad de que se impulsen fusiones o alianzas en el sector para que se consiga la dimensión necesaria para ganar competitividad. 'Tan malo es el exceso de concentración como la excesiva fragmentación' que, a su juicio, existe en la actualidad con 47 entidades. No obstante, reconoció que las fusiones 'son difíciles' y, sin perjuicio de alentarlas allí donde fuera necesario, confió en que la Ley Financiera impulse una vía alternativa para evitar las 'suspicacias' de desaparición de entidades. Se trataría de facilitar la concertación y la formalización de alianzas entre cajas de ahorros, con vehículos de cooperación y puesta en común de medios y servicios que les permitan ahorrar costes y generar efectos idénticos a los provocados con una fusión. En todo caso, recordó que las fusiones no son un elemento nuevo en la evolución de las cajas, un sector integrado en 1980 por 80 entidades, frente a las 47 actuales, reducción en buena parte consecuencia de los distintos procesos de fusión y absorción.
Entre los cambios más necesarios para las cajas, Blesa insistió en el desarrollo de las cuotas participativas 'con o sin voto' y se preguntó 'a qué vienen tantas cautelas' si se decide que no tengan derechos políticos. 'Es un asunto en el que no se debería desperdiciar ni un minuto'.
Reconoció que cuando se habla de cuotas 'aparece la sombra alargada de la privatización', pero pidió mayores dosis de libertad para que cada caja 'llegue hasta donde quiera'.
El presidente de Caja Madrid se refirió también a las suspicacias generadas en torno a la posibilidad de limitar la representación política en los órganos de gobierno. 'No sería tan grave', señaló. En otras ocasiones, ha defendido reducir a menos del 50% el peso de la representación pública en los consejos de estas entidades.