El Gobierno mantiene posturas contrarias sobre el plan familiar del PSOE
El plan de ayuda a las familias propuesto por el PSOE y presentado el miércoles por su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, provocó ayer reacciones encontradas por parte de diferentes miembros del Gobierno.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo calificó en el Congreso de los Diputados de 'simple demagogia social'. Montoro señaló que sólo se podría aplicar mediante una subida de los impuestos, dados los límites impuestos por la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que obliga a mantener en equilibrio gastos e ingresos. El titular de Hacienda insinuó que una política fiscal tendente al incremento del gasto sólo conduce al aumento del déficit, la deuda y, a medio plazo, a la destrucción de empleo. Mientras Montoro intervenía en el Congreso, el ministro de la Presidencia, Juan José Lucas, mucho más cauto, no descartaba estudiarlo. 'Su puesta en marcha tendría un coste muy elevado, pero merece ser valorado y considerado', dijo en un foro organizado por Europa Press. El plan socialista propone que el Estado gaste 6.000 millones de euros (un billón de pesetas) en los próximos cinco años en políticas de apoyo a las familias. Para fomentar la natalidad, el PSOE propone que el Estado ofrezca 3.005 euros por el segundo hijo y 6.010 euros a partir del tercero.
El plan incluye también la revalorización automática de todas las prestaciones monetarias que reciban las familias en función del coste de la vida.