La banca acreedora se opone al plan de saneamiento de la constructora Holzmann
La compañía de construcción Holzmann, que atraviesa graves dificultades económicas, podría declararse insolvente, ya que varios de los principales bancos acreedores rechazaron ayer el plan de saneamiento propuesto por el Deutsche Bank.
Portavoces del Dresdner Bank y Commerzbank, tercer y cuarto banco alemán, respectivamente, creen que 'el plan propuesto no aporta un concepto sólido para salvar a la constructora'.
También se sumó al rechazo el Hypovereinsbank, segundo banco de Alemania.
Un portavoz de Deutsche Bank declaró que el banco seguirá apoyando el plan, 'ya que es mejor solución que una declaración de insolvencia'.
El proyecto establece que los bancos acreedores renuncien al cobro de 114 millones de euros en deuda (100 millones de dólares) y adquieran activos inmobiliarios por valor de 501,6 millones de euros (440 millones de dólares), incluidas garantías de renta y deuda por valor de 351,12 millones de euros (308 millones de dólares).
Deutsche Bank es, además, uno de los principales accionistas de Holzmann con una participación del 19,6%. La constructora debe a esta entidad unos 320 millones de euros (281 millones de dólares).
Falta por saber qué posición tomará el Bankgesellschaft Berlin, otra de las entidades acreedoras y participante en las conversaciones sobre el plan de saneamiento.
La única noticia esperanzadora que recibió Holzmann fue la condonación de deudas por valor de 100,32 millones de euros (88 millones de dólares) acordada por un grupo de bancos acreedores de inversión. Según los expertos, la ayuda mejorará la base del capital propio de Holzmann y aportará un cierto respiro financiero para una eventual venta de la compañía.
Con unas deudas acumuladas de 1.596 millones de euros (1.400 millones de dólares), ya estuvo al borde de declararse insolvente en 1999.