Un nuevo marco para las líneas aéreas
La aviación comercial mundial está al borde de un cambio de paradigma. El actual marco se estableció en 1944. Ha llegado el momento de que las líneas aéreas y los Gobiernos revisen las condiciones en que operan las compañías. Deben hacerlo colectiva e internacionalmente.
Debemos desarrollar instrumentos que nos permitan distinguir entre pasajeros que requieren control más estricto y los que no (...). La cobertura aseguradora también exige atención urgente (...). La magnitud de los daños por los ataques [del 11 de septiembre] excede la capacidad financiera de cualquier reaseguradora y no digamos de una línea aérea. Este asunto debe resolverse internacionalmente. Si no se consigue un acuerdo, la competencia leal estará amenazada.
Otra cuestión necesitada de reformas es la distorsión competitiva (...). La ayuda de Estado en cualquier modalidad es una barrera a la competencia. Impide reducir la capacidad del mercado cuando es vital por la caída de la demanda (...).
Hay otras inconsistencias (...), como la falta de libertad de movimiento de capital internacional. Si un inversor extracomunitario desea adquirir una participación mayoritaria en Iberia, por ejemplo, la española perdería su permiso para operar como europea. Así, la participación extranjera se califica injustificadamente de negativa (...).
Un modo de conseguir un nuevo régimen internacional podría ser extender el planteamiento de la UE e invitar a EE UU y Canadá a sumarse. Los europeos están versados en liberalización; estándares de seguridad muy elevados e instituciones acostumbradas a resolver disputas (...).