Cabanillas justifica la escasa presencia del PSOE en TVE
El ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, achacó ayer la escasa presencia de los dirigentes del PSOE en los informativos de TVE a que 'no tienen nada que decir' y a su incapacidad para convertirse en alternativa de gobierno. El Grupo Parlamentario Socialista pidió su cese 'por higiene democrática'.
Cabanillas fue arropado ayer por los dos vicepresidentes del Gobierno y por la mitad de los ministros en la sesión de control que el PSOE quiso aprovechar para reprocharle la manipulación informativa en el ente público RTVE, el veto impuesto en el mismo al alto representante de la UE en política exterior, Javier Solana, y la difusión del bulo sobre la entrevista inexistente entre Felipe González y el primer ministro marroquí Abderramán Yusufi.
Lejos de la crispación que lució Cabanillas hace una semana cuando fue preguntado por el PSOE sobre esta última cuestión, el ministro se expresó ayer en un tono más tranquilo e intentó colocar a los diputados interpelantes -ocho y todos socialistas- en el papel más agresivo.
Cabanillas comenzó defendiendo que en su actual cargo no interviene en la política informativa de RTVE y, por tanto, no es culpable de que los dirigentes del PSOE aparezcan poco en sus informativos. No obstante, con posterioridad, justificó esta circunstancia. 'Por muchos minutos que aparezcan ustedes en televisión no tienen nada que decir, sólo siembran el desconcierto', le dijo a la diputada Soledad Pérez. En un tono más provocador, el ministro aseguró que si de él dependiera, el PSOE tendría mayor presencia en la televisión pública porque con ello aumentaría la ventaja electoral del PP.
Cabanillas negó haber vetado a Javier Solana en la entrevista que TVE había pactado con él el pasado viernes, coincidiendo con el inicio de la Cumbre europea de Barcelona, y reiteró que tampoco intervino en la difusión del bulo orquestado desde el Gobierno a partir del reciente viaje de Felipe González a Tánger.
El diputado socialista Joaquín Leguina acusó a Cabanillas de actuar como portavoz de un Gobierno que compra por cuenta ajena televisiones y las utiliza para avasallar a la oposición, promociona a determinados 'plumillas' cómodos para el poder, persigue a los profesionales de la información que discrepan de las ideas del PP y, en suma, rompe las reglas de juego de la democracia y degrada la convivencia.
El secretario de organización del PSOE, José Blanco, pidió el cese de Cabanillas 'por higiene democrática' y falta de credibilidad para continuar ejerciendo el cargo. El ministro le respondió recordándole la diferencia electoral que el PP le sacó al PSOE en su propio pueblo de Orense, Palas de Rey: 1.857 votos frente a 441.
Si bien la opinión más generalizada entre los diputados del PP es que Cabanillas salió ileso de la ofensiva del PSOE, algo ha debido incomodarle al Gobierno y a este partido cuando ayer su secretario general, Javier Arenas, advirtió que en adelante hará uso de sus prerrogativas parlamentarias para evitar que los socialistas concentren todas sus preguntas en el Congreso en un solo ministro por sesión.
El PSOE inició esta práctica en el anterior periodo de sesiones, en plena polémica por el caso Gescartera, cuando dirigió todas sus preguntas de control al vicepresidente segundo, Rodrigo Rato. La pasada semana repitió la estrategia con el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, a quien reprochó el aumento de la inseguridad ciudadana.