Acotan los niveles de caída

El dinero no entra en el mercado de acciones, pero los índices mejoran posiciones de manera lenta, con mucho miedo en el cuerpo. Son, en todo caso, mejoras que sirven para lavar la cara a las estadísticas. Y todo porque las fuentes de papel que tan presentes estuvieron en los dos primeros meses del año se ha agotado de manera coyuntural ante los indicadores, cada día renovados, de mejora económica en Estados Unidos.

El fenómeno ha servido para que los analistas y operadores más optimistas acoten los movimientos de los índices a la baja.

La moda de los últimos días es la de establecer rangos de fluctuación posibles, pura futurología, del principal índice del mercado. En voz baja aún se escuchan pronósticos sobre el Ibex de 9.000/9.500 puntos. En voz más alta, para que todo el mundo lo escuche, hay alocuciones respecto a la fortaleza de fondo de la Bolsa y la garantía que supone ya el nivel de los 8.000 puntos de Ibex. Se ha producido, por tanto, un cambio importante en las dos últimas semanas. Hasta entonces, el consenso del mercado establecía una zona de soporte a la baja en los 7.500 puntos, con promedios de 7.000 puntos para los más pesimistas.

Esta última posición, la del pesimismo, parece estar de vacaciones, porque no hace acto de presencia en ningún foro. Es más, los informes de situación de las principales firmas del mercado airean las excelencias de unas Bolsas que negocian poco, pero que se resisten a perder posiciones.

Lo más llamativo, en esta nueva oleada de mejoras en los pronósticos, es el renacer de la propaganda en determinadas firmas de inversión de Estados Unidos. Hay quienes pronostican, sin ambages, que la primera economía del mundo crecerá este año un 5%. Es decir, que la recesión fue pura anécdota. O quizá no existió.