Aznar se da por satisfecho con superar la parálisis de las reformas
El presidente José María Aznar considera 'irreversible' el avance de las reformas liberalizadoras de la UE tras el Consejo de Barcelona y se muestra plenamente satisfecho con ello, aunque para lograr el consenso tuvo que moderar sus ambiciones reformistas. El resto de los líderes reconocen que se ha conseguido lo máximo que era posible en este momento histórico.
El presidente José María Aznar clausuró el Consejo recitando una larguísima lista de logros supuestamente alcanzados durante la cita barcelonesa. Pero muchas de esas reformas ya habían sido pactadas antes de este Consejo (como la liberalización de servicios financieros) y otras carecen de calendario 'concreto' (suministro de energía a clientes domésticos).
Así y todo, Aznar se muestra satisfecho porque 'la liberalización es ya irreversible' y los pactos sellados este fin de semana permitirán romper con la parálisis que aquejaba al proceso de reformas europeo.
El presidente de turno del Consejo europeo no logró, sin embargo, transmitir sensación de optimismo durante su intervención final. Una rueda de prensa en la que apareció con semblante serio y prisa notoria por concluir cuanto antes.
Mucho más sonrientes se mostraban los líderes franceses, que en ese mismo momento estaban declarándose 'victoriosos' en una conferencia de prensa paralela.
El primer ministro Lionel Jospin se congratuló porque 'la solución alcanzada garantiza un equilibrio entre la modernización de la economía y la regulación del mercado'.
El neogaulista Jacques Chiraq, con el que compite en las elecciones para la presidencia, apoyó plenamente la afirmación del líder socialista y recordó a todos que su país no está dispuesto a renunciar 'al servicio público, que forma parte del acervo de la República' francesa.
El británico Tony Blair reconoció que le gustaría 'ir mucho más deprisa' en el proceso de reformas y que 'todavía nos queda mucho por hacer'. Sin embargo, se negó a calificar como fracaso el acuerdo parcial en materia de energía: 'No hemos fracasado en cuanto a energía. Esta cumbre marca un cambio de marcha' y 'sería un error decir que lo que se ha aprobado son aspiraciones vagas' porque 'tenemos fechas firmes'.
El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y el canciller alemán, Gerarhd Schröder, a menudo enfrentados en asuntos como el grado de poder que debe tener el Ejecutivo comunitario, abandonaron Barcelona lanzando un mensaje similar.
Según Prodi, lo acordado en el Consejo 'era lo más que se podía obtener en esta fase histórica'. Para Schröder, el acuerdo sellado por los Quince 'era lo que se podía esperar, dadas las posiciones de los Estados miembros' y 'no tenía sentido discutir más'.
La cesión parcial de Francia en materia de energía supone un triunfo a medias para la comisaria de Transporte y Energía, Loyola de Palacio, que había amagado en varias ocasiones con imponer la reforma mediante decreto, amparándose en el Artículo 86 del Tratado de la Unión Europea.
El sábado, Prodi se mostró satisfecho porque 'para dos tercios del mercado (francés de energía) ya no será necesario recurrir al artículo 86'. En cuanto al tercio restante, 'siempre nos quedará el 86'.
Bruselas no renuncia, pues, a seguir presionando a Francia en este terreno. Aunque probablemente esperará a que pasen las elecciones para continuar su batalla.
Triunfalismo de Piqué y críticas del PSOE
Las valoraciones sobre los resultados del Consejo de Barcelona son absolutamente dispares dentro del marco político y sindical español. El ministro de Exteriores, Josep Piqué, hizo ayer un nuevo alarde de triunfalismo al declarar que la presidencia española de la UE ha conseguido 'prácticamente el 100% de los objetivos' que se había marcado y que el Consejo ha sido un 'auténtico éxito'.
El titular de Exteriores reconoce, sin embargo, que el panorama no era propicio para reformas más ambiciosas. 'Debemos entender las circunstancias específicas de Francia, con cuatro jornadas electorales en las próximas semanas y, por tanto, una cierta dificultad a la hora de tomar decisiones', señaló Piqué.
La secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez, ve las cosas de manera muy distinta. En su opinión, la cumbre de Barcelona ha sido una 'oportunidad perdida', con resultados 'bastante modestos' y 'se ha avanzado muy poco en la liberalización de mercados energéticos y reformas laborales'. La culpa, en su opinión, la tiene la 'falta de liderazgo del presidente Aznar'.
En UGT, el sindicato de Acción Sindical, Toni Ferrer, aseguró que la cumbre 'ha sido más de declaraciones que de compromisos'. Y el secretario de Política Internacional de CC OO, Javier Doz, lamentó que el Consejo no haya acordado medidas concretas y coordinadas entre todos los países para poder conseguir el objetivo del pleno empleo en 2010.