KPN registrará pérdidas históricas tras sanear 13.700 millones en la alemana E-Plus
El saneamiento de activos comprados a precios de oro en plena efervescencia de las telecomunicaciones ha hecho caer una operadora tras otra en el saco de las pérdidas en 2001, a unos niveles, además, que superan cualquier registro histórico.
La última víctima ha sido KPN. El ex monopolio holandés, que estuvo a un paso de fusionarse con Telefónica, ha saneado 13.700 millones de euros del fondo de comercio generado con la compañía de la operadora celular alemana E-Plus. Esta limpieza afecta sólo al 77,5% que tenía hasta el miércoles de la compañía (ayer anunció la adquisición a a BellSouth del 22,5% restante), a lo que hay que descontar los minoritarios correspondientes a la participación de NTT Docomo en KPN Mobile. En total, por tanto, el impacto para las cuentas de la operadora será de 12.400 millones de euros, una cantidad suficientemente relevante como para que el resultado sean unas pérdidas históricas en 2001.
La cuantía de los números rojos no se conocerá hasta el lunes, cuando KPN anuncie las cuentas del año pasado. Los inversores mirarán con lupa los resultados de la gestión del nuevo presidente de la compañía, Ad Scheepbouwer, quien accedió al puesto con la consigna de mejorar las finanzas de una compañía con una deuda de 22.000 millones de euros y una caída bursátil acumulada superior al 90% desde sus máximos.
La compra de E-Plus, el lastre de los resultados de KPN, se produjo bajo la presidencia de su predecesor, así que Scheepbouwer ha podido tomar esta drástica decisión sin preocuparse por las interpretaciones.
En los últimos meses, las compañías que han saneado sus participaciones se han multiplicado. BT, Vodafone y Telecom Italia son algunos ejemplos, al igual que France Télécom, que ya ha anunciado su intención de hacerlo. La proliferación de estas iniciativas, además, tiene un efecto imán, que obliga al resto a hacer lo propio para mejorar la calidad de los balances.