Los analistas cambian el discurso
Algunos de los valores tecnológicos emblemáticos, como Lucent o Nokia, han dicho en las últimas horas que las cosas no van a mejor y que hay que esperar hasta el año que viene para que se cumplan lo que hasta ahora han sido expectativas favorables de recuperación.
Las empresas, así, hablan en los últimos días con sus accionistas y éstos responden con rapidez a las proclamas. A las 24 horas siguientes son los analistas, sin embargo, los que cogen el micrófono y argumentan en sentido contrario, es decir, con un sesgo más favorable. El caso más llamativo de última hora se ha dado con Nokia. La empresa habla bajo, con mucha cautela, pero algunos de los analistas más famosos han subido el objetivo del beneficio por acción.
Hay en la coyuntura bursátil actual, por tanto, mucho voluntarismo por parte de los intermediarios financieros para que el negocio no vuelva a hacer aguas como antaño, de tal modo que se empeñan en no obedecer los dictados empresariales negativos, como norma, y aconsejan en sentido favorable a sus clientes.
Esta contradicción entre ambos explica la enorme volatilidad de los índices en las últimas horas y la confusión que rodea a gestores e inversores. La mejor disposición de fondo de los analistas permite, eso sí, bloquear los movimientos vendedores más agresivos y evitar, al menos por el momento, desviaciones pronunciadas a la baja de los principales indicadores. Este fenómeno afecta a los principales mercados de acciones del mundo.
Los primeros compases del año mantienen, por tanto, el signo de la contradicción, con un tibio acercamiento de los índices a las mejores referencias del año. Los analistas han conseguido, con sus cantinelas ahora más positivas, que no se reproduzcan brotes de ansiedad vendedora.