Caja Navarra cambia de organigrama y de modelo de gestión
El presidente de Caja Navarra, Miguel Sanz, apuesta por cerrar la etapa de transición iniciada tras la fusión en 2000 con la Municipal de Pamplona e iniciar una nueva andadura con el objetivo imprescindible de aumentar los beneficios y cerrar 2002 con un beneficio bruto de 69,17 millones de euros (11.508 millones de pesetas), un 14% más que en 2000.
Para conseguirlo, se ha marcado como prioridad reforzar el área ejecutiva de la caja. Los primeros cambios se aprobaron en el consejo de administración del pasado martes, en el que a propuesta del nuevo director general, Enrique Goñi, se acordó una amplia remodelación de la estructura directiva, con nuevas áreas y subdirecciones generales.
Jesús Pejenaute será el nuevo subdirector general del área comercial, de la que dependerán tres divisiones: la comercial, cuyo responsable será Ignacio Sierra; la de marketing, Dámaso Munarriz, y la de productos e innovación financiera.
Habrá también una subdirección general del área financiera, a cargo de Sebastián Larraza, con dos divisiones, financiera y riesgos; una subdirección de recursos, de la que dependerán medios y recursos humanos, y cuatro divisiones que dependerán directamente de la dirección general (comunicación y calidad, planificación y control, asesoría jurídica y auditoría, y cumplimiento normativo).
Comisiones profesionales
Caja Navarra es la única entidad en la que el presidente de la comunidad autónoma preside también el consejo de administración de la caja de ahorros. 'Cuando entramos en el consejo, nos quitamos la chaqueta de políticos y nos ponemos la de banqueros', aseguraba Miguel Sanz recientemente. Sin embargo, su intención es que este órgano delegue parte de sus competencias en comisiones técnicas especializadas, formadas por profesionales del sector. Estas comisiones serán el nexo de unión entre el consejo, formado por políticos y al que se reserva una función más de tutela, y la dirección general, más apegada al quehacer diario de la entidad.