La sensación de vértigo se generaliza

Los gurús de moda de Wall Street, Warren Buffett, entre otros, han lanzado mensajes a sus clientes con indicaciones precisas sobre las valoraciones actuales de los mercados. El reconocimiento explícito es que a los niveles de precios actuales cabe esperar retornos pobres.

Acallados los ecos del 11 de septiembre, con un comportamiento magnífico de los mercados de acciones del mundo, ya con indicadores por encima de los niveles de entonces, los mejores profesionales hacen recuento de la situación y señalan que los mercados están caros.

Los altos multiplicadores de un grupo numeroso de acciones han crecido con las alzas últimas, pero ya eran robustos antes. El que salgan ahora a la palestra los sabios advirtiendo de precios caros revela, según los observadores, que en los últimos seis meses ha existido una especie de pacto tácito por dejar que las cosas de la Bolsa mejorasen. En otros términos, nadie ha querido ponerse al frente de la manifestación en unos momentos caracterizados por una sensibilidad exquisita tras los sucesos del 11 de septiembre.

Desde mediados de la semana pasada se observa, así, una especie de agotamiento de las tendencias de los mercados, aunque los estadounidenses han mantenido su particular discurso alcista. Hace siete días se aludió al mal de altura de los índices tras la alocada carrera anterior. Ahora, la sensación de vértigo, que es lo mismo que el mal de altura, se generaliza. La presión psicológica que ejercen los gurús es determinante en este mareo.

Hay, con todo, una especial resistencia de los mercados a perder posiciones de manera contundente. Las advertencias de que la recuperación económica está en marcha han servido para mejorar los soportes bajistas y, también, para que los inversores y gestores comiencen a fijarse en valores concretos.