Aznar atribuye los éxitos de la política económica al vicepresidente Rato
José María Aznar no mantiene la opinión de 1997, un año después de llegar al Gobierno: 'El milagro [económico] soy yo', dijo entonces. Ayer aseguró ante la junta directiva del PP que en economía 'los milagros no existen', tampoco en España, al tiempo que transfirió la responsabilidad del éxito del crecimiento y la creación de empleo al equipo que coordina el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato.
Aznar hizo ayer ante la dirección de su partido un balance de los dos últimos años de gobierno, coincidiendo con el segundo aniversario de su victoria por mayoría absoluta. En esta ocasión, al contrario que en 1997, no asumió como mérito propio los principales éxitos de la política económica, sino que los endosó al equipo que coordina el vicepresidente Rodrigo Rato, quien ayer no asistió a la reunión por encontrarse en la asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo que se celebra estos días en Brasil.
Un año después de su llegada al poder, Aznar afirmaba en declaraciones a The Wall Street Journal, al ser preguntado por los buenos indicadores de coyuntura: 'El milagro soy yo'. Ayer, dos meses después de abrir formalmente la carrera hacia la sucesión en el cartel electoral y en tono menos irónico, pero igual de satisfecho, dijo a los suyos: 'No existe milagro económico español. No existen milagros en economía, sino el trabajo serio consecuencia de orientaciones políticas serias, que son las que nos han permitido llegar a esta situación'.
En su elogio implícito a la política coordinada por el vicepresidente segundo, Aznar citó los 'claros indicios de recuperación' que observa en las economías occidentales, más avanzados en el caso español, comentó, gracias a 'nuestra solvencia interna y externa', lograda gracias a la estabilidad presupuestaria.
Según el presidente, en los últimos dos años el Gobierno ha ayudado a que el volumen de cotizantes a la Seguridad Social rompa techos históricos y también a que haya en España una 'libertad empresarial' sin precedentes.
El segundo capítulo al que Aznar dedicó importancia está relacionado con el País Vasco. El presidente observa un cambio de política del PSOE en esta comunidad. 'Hay una estrategia de acercamiento al PNV y eso lo deberá explicar a toda España', le reprochó al primer partido de la oposición. Aznar considera que el nacionalismo vasco no puede incorporarse al acuerdo contra el terrorismo firmado en diciembre de 2000 entre el PP y el PSOE, porque 'el PNV sigue anclado' en el Pacto de Lizarra. A quien lo dude le sugirió que se pregunte las razones por las que el partido de Xabier Arzalluz no desaloja a Batasuna de las 17 alcaldías que gobierna en minoría.