La factura argentina
La devaluación del peso y la crisis argentina han tenido un profundo impacto en las cuentas de las empresas españolas. La mayor parte de la factura no ha pasado por los resultados, sino que ha ido directamente contra los fondos propios
Los beneficios de las empresas españolas han caído en 2001 por primera vez tras siete años consecutivos de fuerte crecimiento. Aunque hay varias causas detrás de ese descenso en los resultados, una de ellas sobresale: la factura de la crisis argentina. El impacto de la devaluación del peso y las provisiones efectuadas como consecuencia de la situación del país andino han restado a los resultados de 2001 un total de 4.726 millones en resultados antes de impuestos y minoritarios. Además, ha habido una repercusión que no ha pasado por la cuenta de resultados de unos 4.967 millones brutos sobre los fondos propios en 2001, agrandada en otros 1.100 millones en el arranque de este año. El impacto agregado suma, así, unos 9.700 millones en 2001 y acumula otros 1.200 en 2002. Pero la simple suma de peras y manzanas, sin explicar convenientemente, puede confundir más que aclarar.
Para empezar, hay que aplicarle diversos descuentos a la factura en lo que a resultados se refiere. Aunque la mayoría de las empresas no ha cifrado qué parte de ese impacto ha llegado hasta el beneficio neto atribuible, los datos de las que sí lo han desglosado permiten estimar entre 3.000 y 3.500 millones de euros la repercusión en la última línea de la cascada de resultados, tras los descuentos en concepto de impuestos y socios minoritarios.
La cifra final se sitúa en el entorno de los 3.000 millones si además se eliminan las duplicidades derivadas de las participaciones de unas empresas en otras (BBVA en Telefónica y Repsol, Telefónica en Móviles, Repsol en Gas Natural...). En todo caso, se trata de un considerable lastre, equivalente a casi el 20% de los beneficios de las empresas del Ibex 35 y a un 16% del resultado neto agregado del total de las empresas cotizadas en el mercado continuo.
Siguiendo la normativa que el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas en España (ICAC) ha publicado para las compañías españolas con intereses en Argentina respecto del tipo de cambio a aplicar como consecuencia de la devaluación del peso argentino frente al dólar, la mayoría de las empresas ha decidido utilizar un tipo de cambio de 1,7 pesos por dólar (lo que implica una devaluación efectiva del 41,2%) como primer cambio representativo en los mercados de capitales una vez producida la devaluación.
Como cabía esperar, Repsol ha sido la más afectada de las empresas españolas. Incluyó un saneamiento de 1.450 millones de euros en el balance consolidado con cargo a los recursos propios tras aplicar el cambio de 1,7 pesos por dólar a aquellos activos en Argentina cuya moneda funcional es el peso. El saneamiento restaría 470 millones adicionales a los fondos propios con un tipo de cambio de 2,20 pesos por dólar. Además, Repsol YPF dotó unas provisiones de 1.288 millones de euros contra los beneficios de 2001. De dicha cantidad, 251 millones de euros se contabilizan minorando el resultado operativo; 821 millones en resultados extraordinarios como consecuencia de la aprobación de las medidas del Gobierno argentino respecto al sector de hidrocarburos y 189 millones de euros dentro del capítulo de gastos financieros, por mayor valor de una parte de la deuda contraída en dólares en Argentina. Descontando 232 millones por ahorro de impuestos y 99 millones correspondientes a minoritarios, el impacto sobre beneficio neto queda reducido a 957 millones.
En el caso del BBVA, la factura bruta de 1.354 millones en resultados y 683 millones en fondos propios queda reducida a 743 y 535 millones, respectivamente, tras el descuento por impuestos y minoritarios (ver explicación en páginas 4 y 5). El Santander Central Hispano no detalla la parte fiscalmente deducible de sus pérdidas. El impacto patrimonial de la devaluación sobre los fondos propios ha sido de 505 millones de euros (con un tipo de 1,7 pesos por dólar). Además, ha constituido un fondo especial de 1.287 millones de euros destinado a cubrir el valor neto contable de los bancos del grupo radicados en Argentina (774 millones de euros) y los fondos de comercio de consolidación con origen en esas entidades (513 millones de euros) que estaban pendientes de amortizar al 31 de diciembre de 2001. El impacto por una devaluación adicional del peso simplemente trasvasaría parte del impacto de resultados a reservas, sin más factura adicional, según el banco.
La cuarta empresa con impacto milmillonario es Telefónica. La devaluación supuso un impacto negativo de 369,0 millones de euros en la cuenta de resultados del ejercicio 2001 del grupo y unas menores reservas por conversión de 1.424,1 millones de euros, empleando un tipo de cambio de 1 euro por 1,5149 pesos (1 dólar por 1,7 pesos). Según Telefónica, un tipo más actual (1 dólar por 2,0735 pesos) representaría un impacto adicional de 103,9 y 363,2 millones de euros, respectivamente, que se recogerían en el primer trimestre del ejercicio 2002. A 31 de diciembre de 2001, la exposición del Grupo Telefónica en las distintas sociedades argentinas ascendía a 3.581,9 millones de euros, incluyéndose en dicho importe el valor patrimonial asignable en estas inversiones, sus fondos de comercio y la financiación interna prestada. Cabe destacar como más significativos los correspondientes a Telefónica de Argentina (2.585,8 millones de euros), Telefónica Móviles Argentina (507,6 millones de euros) y Grupo Admira Media en Argentina (413,7 millones de euros).
Efectos menores
El grueso de la factura argentina corre de cuenta de Repsol, Telefónica y los dos grandes bancos, pero hay muchas otras empresas españolas afectadas, aunque sea con cifras que, a diferencia de los casos citados, están muy lejos de los 1.000 millones.
En el caso de Endesa, el efecto neto de la devaluación sobre resultados ha ascendido a 84 millones de euros y sobre el patrimonio, a 356 millones. Un cambio de 2,17 pesos por dólar tendría una repercusión adicional de 47 millones de euros en resultados y 106 en patrimonio.
Gas Natural sufre una disminución de fondos propios de 80,3 millones de euros por la conversión al tipo de cambio de 1,7 pesos por dólar. Además, la devaluación tiene un efecto de 104,5 millones en resultados financieros por la deuda de Gas Natural BAN contratada en dólares. Casi la mitad de esa pérdida, sin embargo, corresponde a socios minoritarios, pues Gas Natural tiene sólo el 50,4% de su filial.
En Mapfre, de los 28,3 millones de efecto sobre fondos propios, 4,3 corresponden a socios minoritarios. Asimismo, el efecto neto en el resultado queda reducido a 9,6 millones tras restar la cuota de los minoritarios a los 11,3 millones dedicados a una dotación para riesgos y a amortizar gastos de adquisición de carteras.
Aguas de Barcelona ha cancelado fondos de comercio por 35,3 millones de euros y ha realizado una provisión de 67,2 millones por el efecto de la deuda en dólares. Además, sus reservas se reducen en 63,2 millones de euros a 1,6 pesos por dólar.
En Prosegur, la devaluación ha producido un impacto directo en reservas de 18,26 millones de euros al que añadir una dotación de 11,3 millones para la cobertura de posibles riesgos en Latinoamérica.
Para NH Hoteles el efecto en reservas es de 38 millones de euros a 1,7 pesos por dólar y de 8 millones más a 2,08 pesos por dólar.
OHL ha efectuado una provisión de 28,8 millones contra resultados antes de impuestos. Recoletos ha amortizado 5,4 millones de fondo de comercio de dos filiales, pero con el ahorro fiscal el efecto neto se queda en 3,5 millones.
Dragados no detalla las provisiones por 38 millones de euros 'para recoger el impacto de la crisis de Argentina'. Su provisión está relacionada con Aurea, que ve reducirse los fondos propios en 65,8 millones.