Hacienda autoriza a deducir del IRPF la pérdida derivada del siniestro de vehículos
Un contribuyente sufre un accidente de tráfico a consecuencia del cual su automóvil queda inservible y tiene que venderlo para que sea desguazado. Ante esta situación, pregunta a Hacienda si es posible declarar una pérdida de patrimonio en su impuesto sobre la renta de las personas físicas.
La respuesta dada por Hacienda, del 5 de diciembre de 2001, reconoce que efectivamente se produce una alteración en el patrimonio del contribuyente que debe declarar en su impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).
Ahora bien, el importe total que debe declarar como pérdida no es lo que le costó el coche que ya no tiene y que tuvo que desguazar. La regla general de las ganancias y pérdidas de patrimonio establecen que éstas resultarán de restar el valor de adquisición del elemento patrimonial a su valor de transmisión.
En este caso, Hacienda señala que 'al producirse, como consecuencia del accidente, la venta para el desguace, [...] deberá minorar el precio de adquisición del vehículo en el importe correspondiente a la depreciación experimentada como consecuencia de su uso por tratarse de un bien de consumo duradero, de manera que tal valor de adquisición se corresponda con el valor de mercado del automóvil en el momento del accidente'. Así, al precio de compra actualizado a la baja por su uso le restará lo que ganó con la venta al desguace.
Una vez calculado el valor de adquisición, el contribuyente debe calcular el valor de transmisión. Este valor está integrado, según la consulta y para el tema concreto analizado, por 'la indemnización que, en su caso, pueda percibir de la compañía de seguros y el precio obtenido por el desguace'.
La pérdida patrimonial que resulte de los cálculos anteriores debe integrarse, según la respuesta dada por Hacienda, en la parte general de la base imponible del IRPF, que es la que tributa según la escala progresiva de gravamen. Y se compensará con otras ganancias que haya en dicha parte general.