Manuel Pizarro pide un amplio consenso para la reforma de las cajas
El presidente de Ibercaja, Manuel Pizarro, afirmó ayer que el sector de las cajas de ahorro necesita una reforma que reúna 'el mayor grado de acuerdo posible y que preserve intacta la identidad y el potencial' de estas 'antiguas y valiosas instituciones de crédito'.
Pizarro, quien además es presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), se refería así al debate sobre la reforma de las cajas, para las que buena parte del sector reclama una despolitización en los consejos y la emisión de cuotas participativas -títulos parecidos a las acciones que únicamente otorgan derechos económicos- aunque respetando su naturaleza jurídica.
Los beneficios de Ibercaja en 2001 ascendieron a 149 millones de euros, lo que supone un aumento del 5,2% con respecto a los obtenidos en 2000, resultados que 'no son espectaculares', según el director de la entidad, Amado Franco, pero que están, según afirmó, por encima del resto del sistema.
Los beneficios se han visto afectados por las aportaciones a los fondos de insolvencias, principalmente el Fondo Estadístico de Cobertura de Insolvencias, al que ha habido que dotar con 55 millones de euros. El volumen de inversión crediticia superó los 10.457 millones de euros, con un crecimiento del 17,7%, más de cuatro puntos por encima de la media de las cajas. Ibercaja logró en 2001 el índice de morosidad más bajo de su historia, con un 0,92%, frente al 1,14% de 2000, y una cobertura de morosidad situada en el 222,5%.