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OBSERVATORIO EN LA RED
Columna
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La inseguridad de las 'telecos' alternativas

Durante casi una década se ha venido pensando que las telecomunicaciones eran el nuevo Eldorado de los negocios del mundo. Opinión que sólo empieza a cambiar a partir de la crisis de la Bolsa en abril de 2000.

En el marco de esta visión optimista respecto al futuro del sector y a la posibilidad de nuevos negocios, se pensaba asimismo que las viejas operadoras, tanto las norteamericanas como las europeas, serían barridas por el dinamismo de las nuevas operadoras, también denominadas operadoras alternativas. Pero la realidad es hoy bien distinta.

Entre esas empresas alternativas había una muy admirada, Energis, cuyos planes eran bastante aceptados y su gestión respetada, aunque nunca llegó a conseguir un flujo de caja libre positivo. Pues bien, Energis acaba de solicitar la declaración de quiebra, lo que ha hecho decir a un comentarista inglés 'si Energis ha fracasado, parece como si ninguna de las operadoras alternativas estuviera segura'.

De las 12 nuevas operadoras europeas, consideradas como las más innovadoras y con más futuro, sólo quedan ahora dos o tres que no estén en quiebra o al borde de la misma, y desde luego ninguna está en condiciones boyantes.

Haciendo un repaso de ellas, Viatel está en quiebra; Versatel, Carrier 1, Completel, Jazztel y KPN Qwest se encuentran en graves dificultades; las cableoperadoras NTL y UPC están casi en quiebra y Telewest con gravísimos problemas. Como colofón, Energis está a punto de desaparecer.

Esto refleja que prácticamente ninguna operadora alternativa ha funcionado bien. O lo que es lo mismo, el modelo de las operadoras alternativas, unido a una irreal regulación europea, no está funcionando.

Una de las causas de este fracaso es el elevado margen (entre un 20%-25%) de inversión sobre ingresos que tiene este sector, el más elevado de todos (la media global del resto de los sectores económicos es del 7%-8%). Ello significa que éste es el sector más invertido y más endeudado, y cuando el ciclo económico cambió a la baja y se cierra la fuente de financiación en Bolsa, las empresas quedan endeudadas y cortadas de otras posibles fuentes de financiación.

Otra de las razones, sino la principal, es que se esperaba que el sector tuviera ingresos con crecimientos anuales muy elevados del 15%-20% y, en realidad, la telefonía fija sólo está creciendo al 4% y en los países desarrollados mucho menos. Si al menor crecimiento se añade que se realizaron enormes inversiones en el periodo 1995-2000, y especialmente en los años 1998 y 1999 hasta mediados de 2000, creando una sobrecapacidad en todos los segmentos excepto en acceso local, se produjo un hundimiento total de los precios.

La sobreestimación del crecimiento del sector, unido a una gran inversión y, por lo tanto, a endeudamiento y a unos precios bajos por exceso de capacidad y presión regulatoria han hecho que la casi totalidad de las operadoras alternativas europeas estén en quiebra o en malísima situación económica. En Estados Unidos, las operadoras alternativas viven una situación parecida. Las consideradas joyas de la corona del sector hace dos años, Global Crossing y Williams Communications, están en situación de quiebra, y la otra, Level 3, con enormes problemas. La lista podría extenderse a centenares de otras empresas.

Si se analiza cuáles son las empresas que operan en el mercado de telecomunicaciones europeo, se observa que cada vez más las empresas que quedan son compañías filiales de las operadoras tradicionales. Así, en España, Uni2 es France Télécom, Ya.com es Deutsche Telekom, etcétera. Y el resto son empresas, como Retevisión y Jazztel, que en su mayoría están tratando de ser vendidas a otras operadoras tradicionales.

Dada la situación económica del sector de la telefonía fija, el viejo sueño de multitud de operadoras, compitiendo en los mercados, bajando precios y obteniendo beneficios, puede llegar a acabar en una crisis bastante generalizada.

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