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Coyuntura

El déficit de las comunidades iguala al del Estado en el 0,4% del PIB

Las Administraciones públicas gastaron en 2001 lo mismo que ingresaron, por primera vez en 25 años. El equilibrio fiscal se consiguió gracias al superávit de la Seguridad Social (0,8% del PIB), que compensó el déficit del Estado (-0,4%) y de los entes territoriales (-0,4%). El déficit de las comunidades autónomas y ayuntamientos sigue creciendo, e iguala ya al del Estado.

Las Administraciones públicas acabaron el pasado año con un ligero déficit de 228,4 millones de euros (38.100 millones de pesetas), en términos de contabilidad nacional, que es el criterio homogéneo que utiliza Bruselas para comparar con el resto de países de la UE. En porcentaje del producto interior bruto, esta cifra supone prácticamente el equilibrio fiscal (-0,03% del PIB).

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recalcó ayer la importancia de haber logrado el déficit cero 'por primera vez en la historia de la democracia', tal y como era el objetivo del Gobierno para 2001, una vez que renunciara al superávit de dos décimas que había incluido en los Presupuestos Generales del Estado y que se vio obligado a revisar por la desaceleración económica.

Los recursos totales (derechos de cobro) de las Administraciones públicas ascendieron a 257.263 millones de euros (42,81 billones de pesetas) en 2001, un 7% más, en sintonía con los empleos (compromisos de pago), que ascendieron a 257.492 millones de euros (42,84 billones de pesetas), un 6,1% superior al año 2000.

El equilibrio fiscal se ha conseguido fundamentalmente por el fuerte superávit de la Seguridad Social (el 0,8% del PIB), que ha compensado el déficit del Estado (-0,4% del PIB) y de los entes territoriales (-0,4% del PIB). La Seguridad Social ha mejorado los excelentes resultados de 2000, en donde obtuvo un superávit de 3.289 millones de euros (547.400 millones de pesetas.

En 2001, el superávit llegó a 5.383 millones de euros (895.700 millones de pesetas), por encima de cualquier previsión. El origen de estos resultados se encuentra en el crecimiento de afiliados, 500.000 más que en 2000. Su numero superó los 15,7 millones el año pasado, 150.000 por encima de las previsiones.

La buena marcha de la Seguridad Social ha permitido disimular los moderados resultados del Estado y sus organismos autónomos.

Frente a la previsión inicial, que pasaba por una reducción del déficit del 0,6% al 0,3% del PIB, el Estado ha cerrado el año con un desfase negativo de 2.827 millones de pesetas (470.400 millones de pesetas, el 0,4% del PIB), condicionado por la desaceleración de los ingresos tributarios, especialmente los indirectos, ligados al consumo, y a la marcha general de la actividad económica. A cambio, ha mantenido el rigor en el control del gasto no financiero.

Entes territoriales

Los excelentes resultados de la Seguridad Social han disimulado también el pésimo balance de los entes territoriales (comunidades autónomas, ayuntamientos, cabildos y diputaciones) que, lejos de reducir su déficit, lo han aumentado en 961 millones de euros (160.000 millones de pesetas, del 0,28% al 0,4% del PIB, porcentaje equivalente al déficit del Estado. Aunque el ministro Montoro no quiso desagregar el dato, fuentes de la Administración han confirmado que la mayor parte del desequilibrio corresponde a las comunidades autónomas. El dato es aun más preocupante si se tiene en cuenta que en 2000 las CC AA también habían ampliado su déficit, del 0,2% al 0,28% del PIB.

Mientras que, de 1995 a 2001, el Estado y la Seguridad Social han ido reduciendo el déficit tal y como obliga el Pacto de Estabilidad y Crecimiento con Bruselas, los entes territoriales prácticamente lo han mantenido constante (481.200 millones de pesetas en 1995 y 463.400 millones en 2001). Montoro no quiso hacer sangre ayer de estas cifras. 'Todo es mejorable en el futuro; tengo confianza en que se aplique bien la Ley de Estabilidad Presupuestaria que ha entrado en vigor este año', dijo, en tono conciliador. Tampoco indicó qué Gobiernos regionales han cumplido con sus compromisos y cuáles y en qué cuantía no lo han hecho.

En el Consejo de Política Fiscal y Financiera (órgano mixto, formado por representantes del Gobierno central y los autonómicos) que se celebrará la próxima semana, se tratará este asunto y de los objetivos presupuestarios de todas las Administraciones para este año, que es el primer ejercicio hábil con el nuevo modelo de financiación autonómica. El Gobierno está obligado a presentar en primavera el límite de gasto del Estado para el conjunto del año.

Por otro lado, Montoro insistió en que 'ni un euro del superávit de la Seguridad Social será utilizado para pagar facturas del Estado', sino para ampliar el 'fondo de reserva de las pensiones', estipulado en el Pacto de Toledo, y la cuenta de la Tesorería de la Seguridad Social.

No obstante, admitió que la distribución y aplicación del superávit por partidas aún no se ha decidido.

La deuda se reduce al 57,2% del producto interior

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otro de los datos que avanzó ayer el ministro Montoro es el montante de la deuda del conjunto de las Administraciones públicas, que se redujo cerca de tres puntos en 2001, hasta el 57,2% del PIB.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ello ha sido fruto de la evolución descendente de los tipos de interés en la zona euro, que ha aminorado el servicio de la deuda. Las Administraciones públicas españolas hicieron frente el pasado año a 20.160 millones de euros (3,35 billones de pesetas) en intereses. El saldo primario (déficit o superávit menos el pago de intereses) arrojó un excedente de 3,31 billones de pesetas, un 12,2% más.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Montoro resaltó el aumento del superávit primario, en un ejercicio en el que se ha crecido menos tanto en PIB (sólo el 2,8%) como en puestos de trabajo (350.000 empleos). De cara a los próximos años, indicó que el mantenimiento del equilibrio presupuestario, como obliga la Ley de Estabilidad, no impedirá una nueva rebaja de impuestos y que se mantengan los compromisos en inversión. No obstante, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, descartó ayer que los superávit presupuestarios futuros se vayan a destinar a financiar más infraestructuras. También descartó una ampliación del plan de infraestructuras (2000-2007), dotado con 19 billones de pesetas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde el PSOE, el secretario de Economía, Jordi Sevilla, aseguró que los ciudadanos no tienen motivos para alegrarse del déficit cero, 'ya que lo que perciben en realidad es una subida de impuestos y de precios mientras que la economía se desacelera'.

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