Incentivos para la inversión
Los autores del artículo confirman la importancia de la nueva ley aprobada para las inversiones procedentes del extranjero, que trajo 42 proyectos cerrados durante el pasado año
Desde 1998, el Gobierno checo ha puesto en marcha un programa de incentivos a las inversiones que ha culminado con la Ley de Incentivos a la Inversión, aprobada el 1 de mayo de 2000. Durante 2001, la Agencia de Inversiones Checa ha cerrado 42 proyectos en los que los socios se han comprometido a invertir 2.015 billones de dólares y a crear 12.608 puestos de trabajo directos. Todos estos acuerdo están de acuerdo con las políticas de ayuda regionales de la UE. A principios de este año se ha incluido una enmienda de carácter técnico, que entró en vigor desde el pasado 30 de enero.
Los sectores más afectados por esta ley son tres: alta tecnología y manufacturas, proveedores de servicio estratégico y la creación de zonas industriales.
En el primer apartado, los principales incentivos son 10 años de vacaciones fiscales (o cinco para la expansión del producto en el país), ayudas para la creación de empleo y formación de los trabajadores, exenciones fiscales para la importación de equipamiento tecnológico y subsidios para la adquisición de suelo para inversiones.
En el segundo grupo figuran centros de software, de servicio compartido, de soluciones para expertos, call centers, de alta tecnología y de I+D. Los beneficios fiscales que pueden obtener son una reducción impositiva del 50%, ayudas a la creación de empleo y a la formación, y apoyo a la cooperación entre inversores y universidades.
Por último, la enmienda introduce cambios importantes en la ley, como que el proyecto debe culminarse como muy tarde tres años después del anuncio de la inversión, el inversor sólo podrá acogerse a incentivos cuando se cumplan todas las condiciones expuestas en la enmienda o que las zonas más deprimidas económicamente y con una tasa de paro alta tendrán prioridad sobre otras localizaciones.
El régimen de incentivos a la inversión ha tenido un gran éxito a la hora de atraer inversiones de manufacturas en la República Checa. La extensión a varios sectores muestra el interés por aumentar las oportunidades de crear empleo con proyectos que aporten valor añadido y capital intelectual. La transposición de la ley a la UE va a servir para que los inversores mantengan sus beneficios tras el ingreso de la República Checa y la enmienda clarificará determinados aspectos comerciales. En general, ha sido un paso positivo para mostrar la voluntad del Gobierno a la hora de hacer los incentivos accesibles a los inversores.