Balance del comercio con Mercosur

El Mercosur tiene, además de su dimensión política y estratégica, una estrictamente comercial que hasta el momento ha resultado favorable a los intereses de Argentina.

Durante la década de los noventa Argentina tuvo un balance comercial negativo (...). En el comercio con Europa se pasó de un resultado favorable a uno desfavorable (...).

Paralelamente, el tradicional déficit comercial con EE UU se profundizó. Por el contrario, el comercio con el Mercosur fue positivo. Aun después de la devaluación de Brasil, Argentina mantuvo un saldo favorable (...). En el comercio industrial se produce un desequilibrio: los bienes industriales que exporta Argentina al país vecino provienen de industrias intensivas en capital y con una baja utilización relativa de mano de obra.

Por el contrario, el país importa bienes intensivos en mano de obra y que también se fabrican aquí, por lo cual las importaciones industriales desde Brasil reemplazan trabajo local. Esta situación se modificará a partir de la devaluación, la cual permitirá ampliar la ventaja comercial argentina (...). El mercado brasileño ha sido y sigue siendo una alternativa atractiva.