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Fondos

Volatilidad controlada

Los fondos de bonos convertibles han proliferado con el desarrollo de este mercado en Europa. Estos instrumentos aprovechan el alza bursátil, pero se cubren ante los descensos

Los bonos convertibles son diferentes', señalan en la gestora alemana West AM. 'No son ni deuda ni capital'. Esta peculiaridad de los bonos convertibles, que son un híbrido entre la renta fija y la renta variable, ha impulsado su proliferación en Europa en los últimos años, lo que ha favorecido la aparición de un buen número de fondos de inversión que invierten en este tipo de activos. La ventaja, según los gestores de estos fondos, es la capacidad de este tipo de emisiones de aprovechar la subida de las Bolsas al tiempo que se cubren contra los riesgos gracias al componente de deuda de dichas emisiones.

Los bonos convertibles son emisiones de deuda realizadas por compañías que pagan al inversor un cupón fijo a lo largo del periodo de vida de la emisión (unos cinco años habitualmente). Su peculiaridad consiste en que el inversor tiene la opción, en un momento dado, de convertir ese bono en un número de acciones de la compañía o, en caso de vencimiento, recuperar su inversión. Al ligar el bono a una acción, el emisor -la compañía- consigue financiación a un cupón más bajo que si optara por una emisión de renta fija pura. Pero, al tiempo, la opción de convertibilidad en acciones se hace a un precio superior al del mercado, con lo que el bono convertible ofrece al inversor la oportunidad de comprar acciones con una prima sobre el precio de mercado. 'Las obligaciones convertibles constituyen un híbrido entre las acciones y las obligaciones, lo que les permite, al mismo tiempo, beneficiarse de las alzas de los mercados de acciones y adoptar un carácter defensivo en caso de corrección de los mismos', señalan en BNP Paribas.

La ventaja de este tipo de activos es que pueden alcanzar rentabilidades parecidas a las de la renta variable, pero con una volatilidad menor. Su comportamiento, de hecho, está más correlacionado con el de las acciones cuando éstas suben que cuando bajan. 'Por ejemplo', explican en BNP Paribas, 'si la exposición inicial de un convertible en el precio subyacente de la acción es del 50% y las acciones caen un 20%, el bono convertible cae un 7%, lo que representa una tasa de participación [del bono en la acción] del 35%. Si las acciones suben un 20%, el bono convertible sube un 13%, lo que representa una tasa de participación del 65%'.

Habitualmente, los gestores de fondos de bonos convertibles buscan rentabilizar la cartera no sólo vía cupón o revalorización de acciones, sino mediante la combinación de ambos. 'Se trata de mezclar diferentes habilidades para identificar ineficiencias que pueden aprovecharse entre el bono y la acción', explican en West AM.

La inversión en bonos convertibles es una opción interesante en momentos de inestabilidad bursátil, debido al carácter de bajo riesgo de este tipo de activos. Pero para la proliferación de este tipo de fondos, en los últimos años, ha sido necesario el desarrollo de un mercado de bonos convertibles lo suficientemente líquido y rico en emisiones. Europa ha sido, en este caso, un ejemplo de desarrollo. El número de emisiones de bonos convertibles europeos ha pasado de 7.600 millones de euros a 51.300 millones entre 1995 y 2001. Esta sorprendente evolución se ha debido a varios factores, entre ellos, la convergencia de las monedas europeas hacia el euro y el descenso de los tipos de interés del Tesoro de los países de la UE. Asimismo, en los últimos años ha aumentado la sofisticación del inversor europeo, y ha descendido el interés por los bonos de países emergentes, a raíz de crisis como la rusa de 1998.

Los bonos convertibles, además, se identifican cada vez más con un tipo de activo global, con el que es posible diversificar una cartera geográficamente. Los mercados más atractivos actualmente son, sobre todo, Europa y Asia, precisamente porque se encuentran en proceso de desarrollo y las emisiones crecen con fuerza.

Uno de los aspectos clave para el fuerte crecimiento del mercado europeo de bonos convertibles ha sido la fuerte caída de las Bolsas en los últimos dos años. La incertidumbre ha alejado a muchas compañías del mercado de colocaciones en Bolsa, y ha inclinado a un buen número de ellas a optar por la opción del bono convertible. De la misma manera, el inversor es más receptivo ante este tipo de emisiones en momentos bursátiles bajistas que en momentos alcistas. 'Las valoraciones del mercado secundario se han estrechado, con la media de volatilidad implícita cerca de máximos', asegura un gestor West AM en su informe sobre bonos convertibles europeos de enero. 'Dado esto último, ponemos el acento en el mercado de nuevas emisiones para conseguir oportunidades de cara a los próximos meses'.

En el caso asiático ha sucedido algo similar, pero con una peculiaridad propia del sistema financiero oriental. 'Las empresas asiáticas experimentan dificultades para obtener financiación de los bancos comerciales, dado que éstos, a su vez, atraviesan una fase de reestructuración y muestran más reticencias para conceder préstamos a las empresas', aseguran en BNP Paribas. 'Continuamos viendo oportunidades interesantes en el mercado de nuevas emisiones y pensamos que los bonos convertibles asiáticos siguen estando infravalorados', añaden.

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