_
_
_
_
_
Futuro
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Tesón, constancia y lucha contra la fatiga

Terrorismo, Enron y Argentina siguen planeando sobre la inversión. Para Antonio Morales, los datos macroeconómicos que vamos conociendo demuestran que la economía se recupera

Los inversores, durante los últimos años, han pasado por distintas fases, siendo sus preocupaciones en cada una de ellas distintas, pero casi siempre razonables. Recordemos, por ejemplo, la 'exuberancia irracional' con que nos alertó el señor Greenspan, el boom de la inversión en tecnología, principalmente en Estados Unidos, con su correspondiente reflejo en los mercados de acciones.

Tampoco podemos olvidarnos del temor que padecimos ante la incertidumbre de una recesión de la economía americana y, por tanto, de la mundial. ¿Y el temor a que se produjera una respuesta terrorista contundente durante o después de la guerra de Afganistán? El escándalo financiero contable de Enron y la crisis de Argentina son, por qué no, otros factores que han tenido como consecuencia que los inversores se mantengan alejados de los mercados.

¿Y ahora? Pues, efectivamente, sí, algunos de todos estos factores que hemos enumerado continúan planeando y produciendo sombras de mal agüero, pero afortunadamente los datos macroeconómicos que vamos conociendo y que sin duda son hechos contrastables demuestran que la economía se recupera.

Cuando a finales de 2000 y principios de 2001 se conocían las previsiones de los analistas, poco de positivo se podía encontrar en ellas, y según fue avanzando el ejercicio lo poco que de optimista se podía entrever en ellas en seguida se tornó pesimista.

Ahora la situación parece distinta. Sin ir más lejos, esta semana se publicó el dato de crecimiento de la economía española durante el año 2001; la cifra publicada estuvo por debajo de las previsiones del Gobierno. Sin embargo, sí sorprendió positivamente a algunos de los macroeconomistas de algunas de las principales firmas de análisis, y confirmó que España continúa creciendo a un ritmo muy superior que el de las históricas locomotoras europeas.

El año 2002 puede que tampoco nos dé grandes alegrías en su conjunto; de hecho, nuestras estimaciones de crecimiento para la economía española para el conjunto del ejercicio se encuentran por debajo del 2%, pero… ¿y si les dijéramos que el año 2003 volveremos a crecer por encima del 3%?

Rudyard Kipling, hindú afincado en Gran Bretaña, premio Nobel de Literatura en 1907, y a pesar de ser más conocido por haber sido el autor de El libro de la selva o de Capitanes intrépidos, en uno de sus famosos poemas que podemos encontrar en la recopilación que de ellos hizo y publicó en 1933, hace referencia a un tema fundamental y que la mayoría de nuestros lectores estarán cansados de leer: el tesón, la constancia y la lucha contra la fatiga.

Ahora, la posibilidad de que los problemas crediticios de las empresas puedan desencadenar una nueva crisis, y que ésta pueda frustrar la recuperación económica ha saltado a la palestra como un nuevo debate y, por tanto, un nuevo generador de incertidumbre. Nuestra opinión al respecto es que, a pesar de que la duda sea legítima, quizá sea exagerada, y se irá disipando a medida que se confirme la recuperación de la gran economía americana.

Parafraseando a Kipling, 'no es dable a tu ignorancia figurarte cuán cercano puede estar el bien que anhelas y que juzgas tan lejano'.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_