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Hacienda

Los inspectores alertan de que la ley tributaria avivará el fraude cualificado

Los inspectores de Hacienda quieren investigaciones duras y ejemplares. Y la que puede ser la próxima ley tributaria no parece ir en esta línea. Así lo manifestaron ayer miembros de la Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda, quienes mostraron su preocupación por las iniciativas para suprimir el fraude de ley de este texto, con lo que se fomentará el fraude más cualificado.

Según se puso ayer de manifiesto durante la celebración de los II Encuentros Tributarios organizados por la Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (Apife), estos funcionarios no comparten muchas de las medidas sobre las que trabaja el Gobierno para reformar la Ley General Tributaria. Un texto que da forma a todo el sistema fiscal y que afecta al control de las obligaciones tributarias.

Para los inspectores no es admisible que se proponga suprimir la regulación del fraude de ley, ni que se establezca el arbitraje como método para reducir la conflictividad en el ámbito tributario o que se relajen las obligaciones de colaborar con la inspección que ahora tienen los contribuyentes. Según el presidente de la Apife, 'necesitamos inspecciones duras y ejemplares', pero si prosperan las propuestas de la comisión creada para reformar la Ley General Tributaria, Hacienda estaría avivando el fraude más cualificado. Esta afirmación también la comparte otro inspector, Jesús del Paso, quien durante su intervención llegó afirmar, con cierto tono irónico, que el informe de la comisión para la reforma de la ley bien podría ser una guía de 'incentivos a la elusión fiscal'.

Según los inspectores, la comisión parece olvidar que es a través del fraude de ley (consiste, en general, en realizar actuaciones tendentes a eludir el pago de impuestos) como se cometen los fraudes más importantes, realizados por quienes tienen mayor capacidad económica para contar con asesoramiento fiscal adecuado. Según afirmó Del Paso, en Francia este fraude se castiga con una sanción del doble de la aplicada al fraude común y en Alemania se llegan a fijar penas de prisión.

Pero esta no es su única preocupación. Corral considera que la reforma se inclina hacia el contribuyente, algo que 'está bien siempre que se haga sin merma de la inspección'. Así, por ejemplo, mientras los inspectores proponen multas coercitivas para contribuyentes que no colaboren con la inspección, la comisión aboga por dejar de sancionar esta actitud y, en su lugar, premiar a quien colabore voluntariamente. A la hora de abordar medidas para reducir la conflictividad tributaria, Carmen Botella, inspectora de la Agencia Tributaria, afirmó ayer que 'la reforma de las sanciones que se proponen no va a llevar a una reducción de la litigiosidad'. Para Botella lo importante es reforzar las actuaciones de divulgación de los criterios fiscales que se aplican y no actuar sobre las sanciones. Otro inspector, José Lacasa, muy crítico con la comisión, rechazó la propuesta de terminación convencional de las actas como fórmula para reducir la conflictividad porque, al final, 'sólo supondrá pactar con el asesor fiscal'. Respecto a introducir el arbitraje en materia tributaria como forma para reducir el elevado número de disputas fiscales Corral es tajante, 'el mejor arbitraje es el de los tribunales'.

Descontentos con el secretario de Estado

 

Los inspectores de Hacienda, funcionarios dependientes de este ministerio y adscritos a la Agencia Tributaria, cuyo presidente es Estanislao Rodríguez-Ponga en calidad de secretario de Estado de Hacienda, han estado al margen del periplo que ya lleva recorrido la reforma de la Ley General Tributaria. Una situación que el presidente de la Apife, Antonio Corral, no se ha cansado de denunciar.

 

 

 

 

 

 

 

Según Corral, no se entiende este olvido, porque 'nosotros somos los que tendremos que aplicar la ley que finalmente se apruebe'. Como así corroboraron los inspectores ayer reunidos, nadie les ha entregado un borrador del texto articulado que ya maneja el Gobierno y a los informes de la comisión accedieron por Internet.

 

 

 

Pero tras esta queja subyacen otras, como la falta de contacto con el actual presidente de la Agencia, por lo que se plantean si no sería mejor contar con un presidente que no fuera al tiempo secretario de Estado de Hacienda. Además, se lamentan del deterioro que en los últimos años ha sufrido la Agencia Tributaria.

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