La debilidad de las inversiones deja el crecimiento de la economía en el 2,8%
El Gobierno espera que la recuperación económica se inicie en el segundo semestre de este año y esgrime que España sigue creciendo por encima de la media comunitaria a pesar de todo. La oposición y los sindicatos recuerdan al Ejecutivo que sus previsiones no se han cumplido y que la economía se asienta sobre bases débiles, dependiendo en exceso del comportamiento futuro del consumo de los hogares y del gasto público
La economía española acabó el año pasado confirmando el perfil de desaceleración iniciado a mediados del anterior. En 2001, el PIB fue frenando su crecimiento de forma paulatina, desde el 3,2% del primer trimestre, el 2,9% del segundo, el 2,6% del tercero y hasta el 2,4% del último, según los datos oficiales de contabilidad nacional hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El crecimiento medio para todo el año se situó en el 2,8%, 1,3 puntos inferior al de 2000 y dos décimas menos de la última previsión del Gobierno, realizada en diciembre, y que había sido revisada a la baja anteriormente en otras dos ocasiones.
Con ello, Estadística da por finalizada la fase expansiva del ciclo económico, iniciada en 1993, y que alcanzó su máximo en el año 2000 con un crecimiento del 4,1%. La principal causa de la desaceleración en 2001 se debe a la moderación de la demanda interna, que redujo de 4,3 a 2,9 puntos su contribución al crecimiento de la economía. La demanda interna acabó el año creciendo sólo un 2,7% en el cuarto trimestre. Dentro de la demanda es especialmente preocupante el comportamiento de la inversión, sobre todo la de bienes de equipo, con un crecimiento negativo que ha alcanzado el 3,8% en el cuarto trimestre. El INE achaca la caída de la inversión 'fundamentalmente por el descenso del volumen de pedidos de las empresas, especialmente de productos industriales', ya que la inversión en construcción ha mantenido un fuerte dinamismo.
El sector exterior también ha contribuido a la desaceleración, con una aportación negativa de 0,1 puntos. La mejora experimentada en el primer semestre no se ha mantenido en la segunda parte del año, sobre todo a partir de los atentados contra Estados Unidos, que lastraron el comercio mundial. Las exportaciones se han visto afectadas también por el enfriamiento económico en los principales países de destino (Alemania y Francia).
Por el lado de la oferta, la construcción ha seguido siendo el sector más dinámico, con un aumento del 5,5%, en contraste con la debilidad de la industria, con un crecimiento nulo a final de año. En 2001, el PIB alcanzó, en términos corrientes, 650.193 millones de euros (108,18 billones de pesetas), avanzando a una tasa nominal del 6,8%.