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'Telecos'

Telefónica registró en 2001 los peores resultados de los últimos nueve años

Pero la racha tiene todas las probabilidades de frenarse en seco cuando, a finales de la próxima semana, presente sus resultados de 2001. La gran mayoría de los analistas da por hecha una caída en el beneficio neto, que incluso se empieza a reconocer en la compañía. Los resultados extraordinarios son los principales culpables, aunque Argentina, el UMTS y la crisis de las telecos también han puesto su granito de arena.

La última vez que Telefónica tuvo que poner un signo negativo delante del porcentaje de variación anual de sus resultados fue en 1992, cuando la caída del beneficio neto ascendió al 22,53%. En ese momento ganaba 485,38 millones de euros (80.760,44 millones de pesetas) y, desde entonces, la carrera ha sido imparable.

El ex monopolio español de telecomunicaciones ha encadenado ocho subidas consecutivas del beneficio neto anual, y todas ellas, superiores a los dos dígitos. La menor fue en 1998, cuando tan sólo pudo lucir un alza del 14,48%, y las más espectaculares se han producido en los dos últimos ejercicios, con subidas del 38,01% y del 38,79%, respectivamente.

Pero todo apunta a que la racha se ha roto. La gran mayoría de los analistas e incluso fuentes de la propia empresa dan por hecha una caída de los beneficios para el año 2001, que sería la primera en nueve años. Y la seguridad en esta afirmación es contundente. "Ni por casualidad", fue la respuesta de un analista de una firma de Bolsa de primera línea sobre la posibilidad de que Telefónica aumentara el beneficio.

Con todo, y aunque las casualidades estuvieran de parte de la compañía presidida por César Alierta, Telefónica tendría que crecer más de un 14,48% en 2001 para que el resultado no fuera el peor en nueve años.

Morgan Stanley, Ibersecurities, Deutsche Bank, SCH, UBS Warburg, Merrill Lynch, Schroders Salomon, Lehman Brothers son sólo una selección de las firmas de Bolsa que han hecho previsiones sobre el resultado de Telefónica en 2001. Todas ellas han echado cuentas y todas ellas apuestan por una caída del beneficio neto.

La cuantía del descenso seguirá siendo una incógnita hasta que Telefónica haga públicos sus resultados, porque hasta entonces cualquier variación es posible. Sin embargo, la previsión de siete analistas consultados por Bloomberg arroja una media de 505 millones de euros de beneficio neto en el cuatro trimestre del año pasado. Dado que Telefónica ganó 1.591 millones de euros en los tres anteriores, el balance del año se situaría en 2.096 millones de euros (348.745,06 millones de pesetas), un 16,32% menos que en 2000.

Todo tipo de previsiones

Entre los analistas hay previsiones para todos los gustos. El SCH, por ejemplo, prevé un beneficio neto de 1.950,15 millones de euros, lo que daría un descenso del 22,1%. Morgan Stanley, sin embargo, cree que el resultado será de 2.400,9 millones de euros y reduce así la caída al 4,15%.

Hay muchos a quienes culpar del peor ejercicio de Telefónica en nueve años. Sin embargo, el principal no será Argentina ni la telefonía móvil UMTS ni la crisis de las telecomunicaciones. Serán los ingresos extraordinarios o, más bien, la falta de ellos, los verdaderos responsables de la caída. En 2000, la operadora se apuntó unas plusvalías contables de 3.035 millones de euros (más de medio billón de pesetas) por la salida a Bolsa de Telefónica Móviles. Así, el beneficio neto del cuarto trimestre de ese año fue de 1.021 millones de euros, sólo un poco por debajo de los tres anteriores juntos. El resultado del año se disparó hasta los 2.504,81 millones, lo que suponía crecer un 38,79% y situarse como compañía española líder por beneficios. Una hazaña que no podrá repetir.

Telefónica sí tuvo plusvalías en 2001, aunque ninguna del tamaño de la de su filial de móviles. Las procedentes de Cablevisión o Hispasat ayudarán, pero el mal momento por el que atraviesa el sector de las telecomunicaciones ha impedido que sean más. La operadora no ha podido cumplir con casi ninguna de las desinversiones prometidas en su plan de reducción de deuda y mantiene el 5% de Pearson (las minusvalías impiden su venta), los activos de televisión en Argentina (por la ausencia de compradores), así como otras participaciones no estratégicas.

A la ausencia de ingresos extraordinarios se ha unido la crisis argentina, cuyo impacto para las cuentas de Telefónica rondará los 300 millones de euros. La cifra final dependerá del tipo de cambio para la divisa que se aplique y que estará entre 1,6 y 1,8 pesos por dólar, la banda en la que fluctuó el primer día de cotización tras la crisis.

Coberturas de la deuda

El efecto para los resultados del ex monopolio vendrá por el ajuste del valor de los activos y, sobre todo, de la deuda, que Telefónica tiene denominada en dólares. Dado que la compañía no ha revelado qué parte del endeudamiento tiene cubierta con futuros y derivados, también es imposible determinar cuál será el impacto concreto.

Pero no todo son malas noticias en Argentina. Telefónica quiere adecuar el calendario de todas sus filiales y ha decidido cambiar el de su filial en este país. Hasta el momento, Telefónica de Argentina cerraba su ejercicio fiscal en septiembre. A partir de ahora lo hará en diciembre, de forma que se apuntará como ingreso extraordinario el resultado de la filial en el último trimestre de 2000.

Los gastos asociados a la telefonía móvil UMTS serán, asimismo, otro lastre en la cuenta, aunque quizá el más limitado de todos. Telefónica ha paralizado sus planes para salir al mercado en Italia, así que sólo tendrá que imputar los costes de lanzamiento en Alemania.

Un retroceso que da un año de gracia a la operadora

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aunque será difícil que ningún ejecutivo de Telefónica lo reconozca en público, la caída del resultado en 2001 supondrá un alivio para la operadora. El ritmo de crecimiento del beneficio en los dos últimos años, con tasas superiores al 30%, era imposible de mantener, y menos en un año de crisis de la economía, en general, y de las telecomunicaciones, en particular.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y la parte más positiva es que, con este movimiento, Telefónica se da otro año de margen. Según las previsiones de Merrill Lynch y del SCH, la operadora no recuperará la cifra de beneficios de 2000 hasta 2003. Una caída del resultado en 2001 permite a la compañía pasar un 2002 tranquilo, sin exigencias y marcado por la crisis. Aun así, el resultado será superior al del año pasado, aunque no al del anterior.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De esta forma, Telefónica utilizará 2001, un año en el que casi todo está permitido, para sanear cuentas y volver a situarse en un punto sostenible. La crisis de las telecos y la argentina son ya de por sí una buena excusa, y el castigo bursátil no puede ir mucho más allá. Sus homólogas europeas no sólo caen en beneficios, sino que entran directamente en pérdidas, como es el caso de Telecom Italia o Deutsche Telekom. Y los bancos españoles han sido ya un ejemplo del impacto de la crisis argentina en las cuentas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con todo, nadie pone en duda la fortaleza operativa de Telefónica. La caída actual de resultados, igual que las subidas anteriores, es fruto más de la contabilidad que de la marcha de la empresa. Porque, como señala Nahún Sánchez, analista de Caja Madrid Bolsa, "el Ebitda (flujo de caja operativo) de Telefónica crecerá cerca de un 6%, con un margen sobre ventas superior al 40%, un registro que solo Telecom Italia es capaz de lograr". La clave de esta bonanza, añade el experto, está en la diversificación del negocio, que permite compensar los desastres de unas filiales con las maravillas de otras.

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