La Bolsa sube un 1,15% en la semana con fuerte resistencia en el 8.000
El nivel de los 8.000 puntos de Ibex nunca fue considerado por los analistas técnicos. Las cosas han cambiado, no obstante, en los últimos meses, porque tantas han sido las idas y venidas del principal indicador del mercado a esta zona que, al final, se ha convertido en una referencia de especial significación psicológica y técnica.
El Ibex cerró ayer con una caída del 1,26% , pero con un avance semanal del 1,15%, hasta los 7.920,40 puntos. Los rangos de fluctuación se han estrechado de manera considerable en las tres últimas semanas, porque el mercado teje y desteje alrededor de los 8.000 puntos.
El atasco, la entrada en zona pantanosa, del mercado español brinda magníficas oportunidades de interpretación a los participantes en el mercado, porque, por puro azar, alcistas y bajistas pueden argumentar para inclinar a su favor el fiel de la balanza. Dirán los primeros que el aluvión de malas noticias empresariales y la incertidumbre sobre el estado de salud de la economía no han atemorizado a los mercados como antaño. Luego lo peor ya está descontado, añadirán, y de ahí la resistencia de las Bolsas a bajar.
Por contra, los más pesimistas airearán que no entra el flujo de dinero suficiente a la renta variable y que, por ello, los índices chocan una y otra vez con las mismas resistencias al alza. Significarán los bajistas, también, que los movimientos al alza, como se ha observado en los últimos días, son aprovechados para vender por muchos inversores.
Este debate, siempre interesante, coincide en el tiempo con una magnífica propaganda de la mayor parte de los bancos de inversión de Estados Unidos. En las últimas dos semanas los principales intermediarios se han tirado al monte y han propalado la idea de que la economía estadounidense ya ha tocado fondo, que la recesión ha terminado y que el crecimiento está servido. Por eso, el Dow Jones se encarama, de nuevo, a la zona de los 10.000 puntos sin que el caso de Enron y los que salen cada día fueran con las Bolsas estadounidenses.
Los analistas más fríos recomiendan, sin embargo, mucha prudencia, porque estos movimientos orquestados buscan mejorar el estado de ánimo, cambiar el sentimiento para favorecer el recorrido de las Bolsas.
Los mejores analistas insisten en que no hay datos suficientes que avalen la teoría de que Estados Unidos ya ha salido de la recesión. Y por supuesto, es de justificación imposible las altas valoraciones de las Bolsas estadounidenses, aunque la economía, un suponer, creciera con vigor en los próximos trimestres.
Las §telecos§, en el ojo del huracán
Cuentan los analistas, con el ánimo de no atemorizar a los inversores, que las telecomunicaciones no sufrirán los mismo que Enron, aunque están en el ojo del huracán. Al acecho siguen los grandes gestores y las agencias de calificación.
El primer aviso lo dio en la noche del jueves, hora local española, la compañía Qwest Communications, cuarta empresa estadounidense de su sector. Los responsables de esta empresa reconocieron que habían abusado de la contabilidad creativa.
Durante la mayor parte de la jornada de ayer, que de principio a fin estuvo distorsionada por el vencimiento de los futuros sobre los índices principales de las Bolsas del mundo, la atención de los inversores estuvo centrada en la evolución y comportamiento de las empresas de telecomunicaciones. Las ventas superaron en todo momento a las compras.
El elevado endeudamiento de un importante número de compañías del sector es el punto más débil. Los analistas señalan que los bancos no quieren asumir más riesgos y que alguna empresa no podrá refinanciar la deuda.