El cierre de Lear arrastra a Cervera
Engañados por Lear. Traicionados por la Generalitat de Cataluña. Este es el sentir generalizado entre los 1.173 trabajadores de la planta de Cervera (Lleida) que la multinacional despedirá en julio.
El ambiente que se respira en la planta de la multinacional Lear Corporation, de Cervera (Lleida), una población de 7.000 habitantes, es de ¢tensa calma y desánimo¢, explican fuentes del comité de empresa. Los trabajadores vigilan la puerta de la fábrica para mostrar su oposición al cierre y evitar el temido desmantelamiento.
Cada día 24 autocares trasladan hasta Cervera a los trabajadores procedentes de 28 municipios leridanos, además de los que viven en Igualada y Calaf (Barcelona). Ayer, el servicio funcionó con normalidad, pero todo eran caras largas.
El cierre de Lear ha caído como un jarro de agua fría en una zona del interior de Cataluña con una implantación industrial frágil e incapaz de absorber a tantos trabajadores. Se temía lo peor desde que la planta dejó de fabricar el pasado año sistemas de cableado para Renault y centró su actividad en componentes para Volvo.
Las peores previsiones se confirmaron el pasado viernes, cuando el jefe de recursos humanos de Lear en España, Josep Mª Sas, anunció el punto final para la factoría. Exceso de capacidad productiva y altos costes salariales fueron los argumentos.
Lear llegó a Cervera hace tres años. En 1999, compró la división de automoción de United Technologies Corporation, que unos años antes había adquirido la empresa de capital catalán Mecanismos Auxiliares Industrializados, titular de la fábrica leridana. Las diferentes Administraciones le dieron facilidades fiscales y concesiones que ahora nadie quiere concretar debido a que se ha demostrado su inutilidad. Incluso el pasado mes de julio, la dirección de Lear, el Ayuntamiento de Cervera y la Consejería de Industria de la Generalitat se reunieron y la multinacional consiguió nuevas subvenciones para formación. Los trabajadores se sienten traicionados por la Generalitat al no comunicar y tomar medidas preventivas.
Ayer, la centralita del Ayuntamiento de Cervera se colapsó. Algunas de las llamadas eran de empresas interesándose en el futuro y precio de unas instalaciones con fecha de cierre. Cervera recuerda estos días un pasado industrial marcado por los cierres. En los años setenta cerraron empresas como Iberia Radio, 3V o Vidal Hermanos. Tras dos décadas de calma, en 1999, se produjo el ¢susto¢ que fue la quiebra del matadero L§Agudana, finalmente comprado por Copemo en una operación que al menos aseguró 240 empleos.
El cierre se producirá en julio. La actividad de la fábrica la asumirá progresivamente la planta de Lear en Roquetes (Tarragona) y después se trasladará a Polonia, donde los costes salariales son menores.
A este respecto, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, aseguró ayer que su Gobierno tiene ¢la tradición de salvar empresas¢, y que, por tanto, en el caso de Lear, ¢estamos tratando de encontrar una solución¢ para resolver el problema. Sus objetivos son, primero, ¢que no cierre¢, y en caso contrario, ¢procurar que se haga gradualmente¢.
Las consecuencias socio-laborales son imprevisibles. Según el comité de empresa, ¢hay un montón de familias en las que dos, tres o cuatro miembros trabajan en la empresa¢.
Philips también planea marcharse
Philips reconoció ayer que negocia con el grupo también holandés Business Creation varias medidas para aumentar y mejorar la productividad de Miniwatt, la compañía fabricante de tubos catódicos para televisores de 14 pulgadas propiedad desde julio pasado de la compañía mixta Philips LG, la sociedad formada con la coreana LG, informa Toni Garganté.
Un portavoz de Philips matizó que, por el momento, no se trata de una venta de la factoría de Barcelona a este grupo. Por su parte, fuentes sindicales indicaron que existe la voluntad de traspasar la producción a países con mano de obra más barata como Corea, la República Checa o China. Philips ya intentó en 1993 traspasar parte de los activos de la entonces filial Tecnimagen (productora de televisores) de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) a Business Creation, para crear un parque de empresas.
Al final, el proyecto fracasó y la multinacional de electrónica vendió la planta a los directivos. Miniwatt ha convivido con constantes rumores de traslado de producción en los últimos 10 años, aunque Philips ha invertido 24,04 millones de euros en este periodo.