El Gobierno descarta una ayuda rápida del FMI
El Gobierno argentino se curó en salud ayer y aseguró que no esperaba ninguna ayuda inmediata del Fondo Monetario Internacional (FMI). 'Vamos a empezar la conversación, que será muy larga y complicada, porque la situación argentina es extremadamente compleja', explicó ayer el portavoz presidencial, Eduardo Amadeo, para que no queden dudas sobre las dificultades que todavía afronta el país suramericano.
El funcionario se refirió de esta manera al viaje que emprendió anoche a Washington el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov.
El jefe del equipo económico de Buenos Aires se reúne hoy en la capital estadounidense con el director-gerente del Fondo, Horst Köhler, y con el secretario del Tesoro norteamericano, Paul O'Neill, para presentarle el plan económico que ha puesto en marcha su Gobierno.
Sin embargo, esto no significa que el presidente Eduardo Duhalde crea que con este trámite su país volverá a ser bien visto por la comunidad financiera internacional.
'Vamos a oír directamente de boca del FMI y del Tesoro de Estados Unidos cuáles son las ideas que tienen sobre la negociación. Nosotros diremos lo nuestro y queremos dejar de lado la expectativa de que el jueves volveremos con la maleta llena de dinero', aclaró de manera enfática Amadeo.
Durante la semana pasada, miembros del equipo económico de Remes señalaron que Argentina necesita entre 15.000 y 20.000 millones de dólares de ayuda internacional. Ese dinero debería ser utilizado para subsidiar al sector bancario y empresario local, así como para reforzar las reservas internacionales del país.
Sin embargo, fuentes del Gobierno insisten en que el Banco Central de la República Argentina tiene el suficiente nivel de reservas como para intervenir en el mercado de cambio si la situación lo exige. Una afirmación que banqueros, operadores y el público en general ponen en duda.
Conflictos sociales
Durante toda la jornada de ayer, los accesos a la capital argentina por los principales puentes y carreteras que la unen a sus suburbios permanecieron cerrados por acción de los piqueteros. Diferentes movimientos de parados convirtieron el tráfico de vehículos en un auténtico caos, en reclamo de planes sociales de ayuda por parte del Gobierno nacional.
Por su parte, y en respuesta a los constantes aumentos de precios de los productos básicos, el secretario de la moderada Confederación General del Trabajo (CGT, peronista), Rodolfo Daer, pidió un aumento de las remuneraciones.
'Se está pulverizando el salario', comentó Daer, como producto de 'la devaluación y de la remarcación de precios'. Si el mercado interno se sigue estrangulando, no va a haber recuperación económica y la CGT pedirá actualizar los salarios, aseguró.