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Tributos

Hacienda baraja equiparar el trato fiscal de los seguros al de planes de pensiones

El Ministerio de Hacienda está estudiando incentivar los seguros de vida para acercar su trato fiscal al de los planes de pensiones, como una fórmula de mejora de la neutralidad en el ahorro a largo plazo.

La reforma del IRPF en ciernes, que el Gobierno tiene previsto aprobar antes de verano, incluirá nuevas fórmulas de incentivos del ahorro a largo plazo. Una vez aprobado un nuevo impulso a los planes de pensiones a través de la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos Generales del Estado para 2002, el Ejecutivo estudia ahora dar un paso más. El objetivo es una ¢mayor neutralidad fiscal¢ de las diversas formas de ahorro previsión, de forma que el ahorrador pueda escoger el producto que desee con independencia de su rentabilidad fiscal. Entre las posibilidades que baraja la Dirección General de Tributos se encuentra un mayor acercamiento en el tratamiento tributario de los seguros ­en especial, el ramo de vida­ y los planes de pensiones.

Aunque son dos formas de ahorro hasta cierto punto complementarias, no dejan de competir en el mercado por atraer al ahorrador a largo plazo.

El reciente impulso dado a los planes de pensiones ha inclinado la balanza a su favor. Entre las mejoras incluidas en los Presupuestos de este año destaca la supresión del límite conjunto a los planes de pensiones individuales y los de empleo. Gracias a ello, una persona puede percibir de su empresa aportaciones a un plan de empleo, con límite de 7.212,15 euros (1,2 millones de pesetas) por año y, simultáneamente, realizar aportaciones a un plan individual, con el mismo límite. Ello supone, en la práctica, duplicar las aportaciones con respecto a lo permitido antes de enero.

Además, los mayores de 52 años pueden aumentar este límite a razón de 1.202,02 euros (200.000 pesetas) por cada año que supere esta edad y hasta los 65 años. Por tanto, quien tenga 65 años o más podría llegar a aportar un máximo de 45.676,92 euros (7,6 millones de pesetas), 22.838,46 euros por contribuciones empresariales y otros 22.838,46 euros por aportaciones suyas como trabajador en cualquiera de las modalidades de planes de pensiones (empleo, asociado e individual).

Nuevas deducciones

Además, ha desaparecido el límite porcentual del 25% sobre los rendimientos de trabajo (40% para mayores de 52 años). Esto supone que la aportación máxima se iguala a la fiscalmente deducible, eliminándose la doble imposición en los casos en que ésta supere el límite deducible. El impulso a los planes de pensiones se completa con el establecimiento de una nueva deducción para las empresas, del 10% del dinero que coloquen en planes de pensiones para sus trabajadores.

Todas estas ventajas son vistas por las compañías de seguros como un ataque potencial a su cuota de mercado en los sistemas de previsión social, por lo que están aumentando la presión sobre Hacienda para que modifique el statu quo. El Gobierno está haciendo sus cuentas. La comisión de expertos para la reforma del IRPF, con el catedrático de Hacienda, Manuel Lagares, a la cabeza, estudiará este asunto.

De todas formas, no hay una opinión uniforme al respecto. Hay expertos que defienden que se mantenga la diferencia de tributación entre estas formas de ahorro. ¢Es cierto que se tiene que ir hacia una neutralidad fiscal en el ahorro a largo plazo, pero hay que tener en cuenta que quien invierte en planes de pensiones sabe que no volverá a ver su dinero hasta el final de su vida laboral, por eso no está nada mal que estén mejor incentivados que los seguros¢, comenta a este periódico Luis del Amo, del Registro de Economistas Asesores Fiscales.

Otros creen que hay margen para los seguros. ¢El mantenimiento de límites anuales a las aportaciones a los planes permite que, en muchos casos, se sigan suscribiendo contratos de seguros de forma complementaria a ellos¢, admite Begoña Benito, de la consultora Watson Wyatt.

La fiscalidad de los seguros de vida se centra en el momento de cobrar el capital asegurado. Es decir, no se aplica ninguna deducción en el IRPF sobre las primas satisfechas anualmente, como ocurre con los planes de pensiones, en los que aportaciones que se realizan cada año, con los límites establecidos, se reducen directamente de la base imponible de este impuesto.

En el caso de los seguros, de vida, los rendimientos de capital mobiliario que generan cuando se cobran en forma de capital (no de renta) se pueden reducir a la hora de integrarlos en el IRPF hasta un 75% para el caso de primas satisfechas con más de ocho años de antelación. A esa cantidad se le aplica el tipo general del 18%.

Rescate

Este incentivo es exiguo en comparación con la ventajas de un plan de pensiones. A corto plazo, el contribuyente que cuente con uno se beneficia de las aportaciones anuales al IRPF. Además, en el momento del rescate del plan, el contribuyente se puede volver a beneficiar de una reducción del 40%, si recibe la prestación de una sola vez (en forma de capital).

Esta reducción no es aplicable si el rescate es en forma de renta periódica, asunto que está pendiente de modificar por el Gobierno. Hacienda ha descartado abordar en la reforma del IRPF modificaciones fiscales en el rescate de los planes de pensiones. Prefiere esperar y analizar antes el impacto tributario de las últimas medidas aprobadas en los Presupuestos, mientras que el aumento de las fórmulas que incentivan el salario diferido (plan de pensión) ayudan a controlar la inflación.

Cada vez más tendencia al ahorro a largo plazo

 

 

Que el ahorro a largo plazo está al alza no cabe la menor duda. El patrimonio gestionado por los planes de pensiones superó al final del año pasado los 43.829 millones de euros (7,3 billones de pesetas). Sólo en 2001, se incorporaron al sistema 7.400 millones de euros, según Inverco. El número de partícipes está ya próximo a los seis millones. La mayor parte corresponde a planes individuales. Los planes de empresa (empleo), que quiere incentivar el Gobierno, tan sólo cuentan con 567.000 partícipes.

 

En el caso de los seguros de vida, la evolución también es positiva. La asociación Icea, que realiza estudios de mercado en el sector, calcula que las compañías de seguros de vida gestionaban un ahorro de 90.600 millones de euros (15,1 billones de pesetas) a diciembre de 2001.

 

En una reciente encuesta realizada por esta asociación, se pone de manifiesto que la contratación de un seguro o plan de pensiones es el sistema de previsión social complementario preferido por los españoles, superando incluso otros activos financieros ofrecidos por bancos y cajas.

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