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Cultura

El Instituto Cervantes abandona los servicios en Internet de sus centros

La mayoría de las páginas webs de los centros del Instituto Cervantes han visto cómo se congelaban sus contenidos. Ni cursos, ni planes, ni actividades... la última actualización de muchas de ellas es de principios de 2000 y el último curso que consta es el de 1998/1999.

El pasado 6 de febrero, el Príncipe de Asturias inauguró la sede del Instituto Cervantes en Moscú. A la misma hora, cualquier interesado que hubiera entrado en la web de dicho centro se habría encontrado con documentos informando sobre las bases para plazas docentes en las aulas de Belgrado o Zagreb. Es decir, nada relacionado con las nuevas actividades en la capital rusa, ni siquiera con la presencia de Don Felipe. Un relleno.

Algunas voces de estudiantes y trabajadores españoles en el extranjero han protestado por la escasa actividad del Instituto Cervantes en Internet. Una función que ha recaído en los últimos años en cada uno de los centros que la institución tiene en todo el mundo. Esa protesta se ha dirigido por la lentitud a la hora de renovar los contenidos.

Y hay ejemplos claros. Las páginas de los centros de Beirut, Damasco, Toulouse, Manchester, Roma, Viena, Dublín o Lisboa no se han renovado desde el 11 de enero de 2000, según consta en la pantalla principal de cada una de ellas. Más de dos años y eso que en esta lista figuran cuatro capitales de la Unión Europea.

Y hay más. Utrecht no ha renovado sus contenidos desde el 21 de enero de 2000, Tel-Aviv desde el 21 de septiembre de ese año, Bucarest desde el 25 de septiembre, Milán desde el 26 de septiembre, Estambul o París desde el 28 de septiembre, Varsovia desde el 29 del mismo mes, Argel, o las ciudades marroquíes de Casablanca, Fez o Tetuán, desde el 12 de diciembre.

En el primer semestre de 2001 fueron actualizadas por última vez las webs de los centros de Rabat, Londres (hace un año), El Cairo, Alburquerque, Burdeos o Bremen. El 17 de octubre fueron actualizadas a la vez los centros de Túnez, Río de Janeiro y Manila. Sólo los grandes centros como Chicago, Nueva York o Munich se renuevan constantemente los contenidos puesto que la gestión depende de ellos mismos.

El esquema de todas los sitios en Internet de los centros es parecido. Todos constan de epígrafes similares: ¿Qué es el Instituto Cervantes?, El Instituto Cervantes en la ciudad, Enseñanza con cursos y certificados y diplomas, Difusión cultural, Biblioteca, Ofertas de empleo y Resumen del curso ¡1998/99! Sí, efectivamente, el resumen del curso de hace tres años es el último que refleja la información de los centros.

La confusión es casi total. De hecho, en algunos casos como Dublín, aunque se dice en la portada que la última actualización corresponde a enero de 2000, los responsables han introducido los horarios para los cursos de 2002., pero hay que atravesar barreras para encontrarlos.

En otros casos, es peor. En Londres o París, la convocatoria de cursos que pueden leer en la actualidad los interesados es la de 2001. Este problema se traslada a la información general del Instituto Cervantes, puesto que, por ejemplo, la información de convocatorias para el examen del diploma de español como lengua extrajera es la correspondiente al 2001.

Según un portavoz del Instituto Cervantes, esta paralización se debe a que se la página web 'está en un proceso de renovación para ofrecer todos los servicios', si bien no dio un plazo para la ejecución de la misma. Ahora bien, esta escasa renovación no significa que el Instituto Cervantes haya frenado su funcionamiento. El organismo sigue promocionando actividades en anuncios en prensa o en lugares concurridos como los transportes públicos.

Por contra, otras instituciones similares como el British Council parecen haber incidido más en la información para los internautas, ya que renuevan los contenidos semanalmente. Este instituto en España ofrece la posibilidad a los alumnos de matricularse a través de la Red y, según señalan fuentes del mismo, 'estamos estudiando la ampliación de los servicios interactivos como los pagos en línea de los cursos o la reserva de los mismos'.

El Instituto Cervantes parece haber olvidado que Internet es el nuevo canal de contacto.

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