Garantizados por doquier
A lo largo del pasado ejercicio, la inestabilidad de los mercados de valores inclinó a las entidades bancarias a comercializar fondos de inversión garantizados. Los garantizados fueron en 2001 la estrella del sector de la inversión colectiva, aupados tanto por la creciente cautela instalada en los partícipes como por el impulso comercial llevado a cabo por las redes de los grandes bancos y cajas. De momento, el ejercicio que acaba de comenzar parece marcado por el mismo patrón. Los fondos de inversión garantizados copan, de momento, los nuevos lanzamientos de instituciones de inversión colectiva, y ello a pesar de que, si bien el momento es aún incierto, el consenso del mercado confía en una recuperación de los mercados a partir del segundo semestre de 2002.
Desde el 1 de enero del presente año, la CNMV ha registrado ocho nuevos fondos de inversión, cinco de los cuales son productos garantizados: dos de Caixa Catalunya (Caixa Catalunya 1-B y Caixa Catalunya Borsa 9), uno de March Gestión de Fondos (March Bolsa internacionales Garantizado), uno de Gescooperativo (Rural Índice Garantizado) y uno de BZ Gestión (Zaragozano Garantizado Primera Clase, FIM). Los fondos garantizados son instrumentos de corte conservador que garantizan al partícipe el capital invertido más una revalorización de la cartera, habitualmente menor a la del potencial del mercado, en un periodo determinado. La ventaja del producto es muy clara cuando las Bolsas están de capa caída, como ha sucedido en los últimos dos años, y así lo ha demostrado tanto la apuesta de las grandes redes como la receptividad de los partícipes.
Además de los fondos garantizados registrados en poco más de un mes en la CNMV, varias entidades han comenzado a comercializar productos de este tipo a lo largo del mes de enero. Es el caso del Eurobolsa Atlántico Plus de Banco Atlántico, el BK Euro Garantía de Bankinter o el Renta 4 Aragón Patrimonio de Renta 4. La gestora de este grupo ha llevado a cabo una innovadora iniciativa, consistente en preguntar a sus clientes, vía encuesta, cuál es el fondo garantizado en el que más les gustaría invertir. A lo largo de dos semanas, los clientes de Renta 4 han podido votar a través de Internet por una de las cinco propuestas de la gestora, cinco estructuras garantizadas con diferentes plazos (uno, dos, tres y cinco años) y diferentes garantías. Los clientes de la sociedad han elegido una estructura a tres años que garantiza el 100% del capital invertido en varios fondos de renta variable internacional de la gestora. 'En momentos extremos, los fondos garantizados son una buena opción', aseguran en la gestora. 'En estos momentos la renta fija ofrece rentabilidades muy bajas, y un garantizado de renta variable permite estar en el mercado con una garantía', añaden.
Pero los fondos garantizados están llamados a ceder terreno a otros productos. El partícipe español está alcanzando cotas de madurez muy altas, y ello implica que cada vez es más consciente de que los productos más agresivos, como los fondos de renta variable, baten siempre a largo plazo a aquellos de corte más conservador. Otra cosa es que las redes de bancos y cajas dirijan al partícipe hacia aquellos fondos más en boga en un momento determinado, como ha sucedido, en muchos casos, con los garantizados. Una vez confirmada la recuperación económica y su traslado a los parqués de todo el mundo, los productos de renta variable pueden recuperar el trono que perdieron cuando comenzó a desinflarse la burbuja tecnológica.
Según la encuesta mensual que realiza Morningstar en Europa, un 47% de los gestores opina que la renta variable va a ser el activo predominante entre los lanzamientos de nuevos fondos en los próximos 12 meses. Ahora bien, a la hora de preguntar sobre qué tipo de fondo puede dominar el mercado en los próximos meses, un 30% opina que serán los fondos de cobertura, y un 28% apuesta por los garantizados, independientemente de que la inversión con estos productos se realice en renta variable.
A pesar del mal momento que han vivido los mercados, o quizá por ello, una abrumadora mayoría de los encuestados afirma estar dispuesta a lanzar nuevos fondos en los próximos meses, y un 57% señala a la renta variable como la familia que mayor cantidad de aportaciones recibirá. No es difícil, dada la evolución que ha tenido el sector en el último año. Según los dados del Investment Company Institute, la asociación de instituciones de inversión colectiva estadounidense, los fondos de renta variable recibieron el menor número de aportaciones en 2001 desde 1990. Lo mismo sucedió en Alemania, donde los fondos de renta variable sufrieron su primera caída de patrimonio en una década. En España, los datos de Inverco arrojan unos reembolsos en los fondos de renta variable por valor de 2.503 millones de euros, si bien también los fondos garantizados registraron salidas superiores a los 2.000 millones de euros. No así los de renta fija, que recibieron aportaciones por valor de 661 millones.
De momento, y hasta que los mercados den algún signo de consistencia, las gestoras parecen dispuestas a mantener su oferta más conservadora, la de los garantizados.