Argentina sigue erosionando la solvencia de crédito de las compañías españolas
La crisis argentina sigue pasando factura a las compañías españolas. En tan sólo una semana, dos valores españoles, Telefónica y Repsol YPF, han visto cómo las agencias de calificación de riesgo recortaban su calificación de solvencia crediticia.
El martes le tocó el turno a Telefónica, que sufrió, de la mano de Standard & Poor§s, el primer recorte en su perfil de riesgo de los últimos tres años y medio. Ayer, fue Moody§s la que rebajó un escalón su asignación sobre la deuda de Repsol YPF, desde Baa1 hasta Baa2. La crisis que azota a la economía argentina está detrás de ambas decisiones. En el caso de la petrolera es doblemente grave, ya que la decisión de Moody§s tiene lugar tan sólo seis semanas después de la última revisión a la baja.
Además, Moody§s situó a Repsol YPF en ¢perspectiva negativa¢, lo que refleja ¢la actual incertidumbre en la situación política y económica de Argentina¢. La nueva calificación para la deuda de la petrolera se sitúa ahora tan sólo dos escalones por encima de los bonos basura.
La agencia Moody§s explica que en la nueva rebaja de Repsol YPF ha tenido en cuenta el impacto potencial de la devaluación del peso, la imposición de controles de los precios en el país, así como los nuevos impuestos y restricciones para el movimiento de capitales e impuestos y de controles de divisas, que todavía presentan incógnitas. No obstante, reconoce que ¢el impacto financiero de la crisis económica argentina en Repsol sigue siendo difícil de cuantificar con precisión, dada la situación cambiante e inestable en ese país¢.
Como resultado de la devaluación del peso, Moody's espera que Repsol YPF tenga que amortizar parcialmente algunos de sus activos en Argentina, que representaban el 46% del total del grupo al final del año 2000. Según la agencia, ¢puede ser difícil para YPF [la filial argentina] pagar dividendos a la compañía matriz española [Repsol] para ayudarle a pagar la fuerte carga de su deuda¢.
La petrolera, que pagó 17.000 millones de euros en 1999 para absorber a la argentina- YPF, debe satisfacer en los próximos cuatro años cerca de 7.700 millones de euros a sus acreedores, al tiempo que se enfrenta a un recorte de sus beneficios por las medidas impositivas sobre la exportación de hidrocarburos- que pretende imponer el Gobierno argentino.