El Banco de Japón mantendrá su política monetaria a pesar de las presiones del Gobierno
El comité de gobierno del Banco de Japón acordó hoy mantener sin variación su política monetaria a pesar de las presiones ejercidas desde el Ejecutivo nipón a favor de más medidas de relajamiento que contribuyan a luchar contra la deflación y el estancamiento económico.
La entidad acordó mantener la referencia para operaciones de mercado monetario entre 86.400 y 129.600 millones de euros (10 y 15 billones de yenes), aunque aseguró que "si hubiera un riesgo de inestabilidad de los mercados financieros, suministraría más liquidez al margen de este umbral", al igual que hizo en su anterior reunión.
La máxima autoridad monetaria del archipiélago decidió el pasado 19 de diciembre duplicar la liquidez puesta a disposición de los bancos diariamente, hasta un importe de entre 86.400 y 129.600 millones de euros (10 y 15 billones de yenes, 14,37 y 21,56 billones de pesetas). Otra de sus medidas consistió en aumentar en un tercio la compra de obligaciones del Estado, hasta totalizar 6.913 millones de euros (800.000 millones de yenes, 1,15 billones de pesetas) cada mes.
El Gobierno japonés afirmó ayer que no realizaría un llamamiento al Banco Central a favor de nuevas medidas de relajamiento monetario. Sin embargo, la prensa nipona se hacía eco de la solicitud del ministro de Finanzas de un incremento de la compra de obligaciones del Estado.
Los expertos aseguran que la decisión del instituto emisor se puede explicar por la proximidad de la última medida de relajamiento monetario, ya que aún no se han reflejado plenamente sus efectos sobre la economía. No obstante, pronostican más medidas de flexibilización antes de que las sociedades cierren su ejercicio fiscal.
Esta decisión del Banco de Japón coincide con la publicación de datos de coyuntura, que ponen de manifiesto el progresivo deterioro de la actividad nipona. Por una parte, el gasto de los hogares bajó en diciembre un 6,6% en relación con el mismo mes de 2000, lo que supone el mayor retroceso experimentado desde 1974, fecha en que la economía japonesa se vio sumida en la primera crisis petrolífera.
Por otra parte, los pedidos de bienes de equipo retrocedieron un 14,4% en diciembre en tasa interanual, sobre todo debido al descenso de la demanda de maquinaria industrial para la fabricación de semiconductores, uno de los mercados más afectados por la ralentización mundial.