El sector exterior frena el crecimiento de la economía hasta el 2,3%
La economía española prosiguió a finales del pasado año su fase descendente, iniciada a mediados de 2000. Así, al menos, lo estima el Banco de España, que calcula un crecimiento del PIB interanual del 2,3% en el cuarto trimestre de 2001, tres décimas menos que en el trimestre anterior y seis menos que en el segundo trimestre.
De confirmarse la previsión del instituto monetario -normalmente sus predicciones son muy similares al dato oficial que publica posteriormente el Instituto Nacional de Estadística-, el PIB habría crecido en el conjunto del año un 2,8%, 1,3 puntos menos que en todo 2000 y dos décimas menos que la última previsión del Gobierno (3%), revisada a la baja en diciembre.
El último trimestre de 2001 mantuvo la línea de meses anteriores. Tanto el consumo de las familias como el gasto de las Administraciones públicas han seguido siendo los principales soportes de la economía, manteniendo el crecimiento de la demanda interna en torno al 2,7%. En cambio, las exportaciones y la inversión en bienes de equipo han acusado en el cuarto trimestre el deterioro de los mercados exteriores y la incertidumbre a ellos asociada. Ello ha provocado que la contribución neta negativa del sector exterior haya aumentado una décima en todo 2001, hasta -0,2 puntos. En el cuarto trimestre, las exportaciones de bienes habrían registrado, incluso, tasas de crecimiento negativas, fruto del menor vigor de la demanda en los principales países de destino de los productos españoles como Alemania y Francia.
Por lo demás, en el cuarto trimestre de 2001 se ha seguido creando empleo neto, aunque a un ritmo menor (en torno al 2%) que en trimestres precedentes. El año 2001 podría haber cerrado con una creación de empleo, en términos de puestos de trabajo equivalente, del 2,5%, seis décimas porcentuales menos que el ejercicio anterior, por lo que el crecimiento de la productividad aparente habría sido muy reducido. En cambio los salarios y los costes laborales unitarios han tendido a acelerarse en la mayoría de las ramas . 'Se mantiene así un patrón que perjudica a los sectores más competitivos', advierte.
El Banco de España prevé un ligero déficit en 2002
La entidad que dirige Jaime Caruana admite que en 2001 se ha alcanzado el equilibro en el conjunto de las Administraciones públicas, por primera vez desde hace 25 años, por el superávit de la Seguridad Social que compensa el déficit del Estado. Sin embargo, no excluye la posibilidad de que en 2002 pueda registrarse un 'modesto desequilibrio fiscal, de unas décimas porcentuales de PIB', por el juego de los estabilizadores automáticos ante un nuevo deterioro del entorno exterior. Mantiene el optimismo, señalando que la economía 'puede estar superando ya la fase de desaceleración mundial, con ritmos de crecimiento modestos', aunque recalca la necesidad de evitar que se perpetúen diferenciales de precios y costes con aquellos países con los que se comparte moneda. Resalta también la 'recuperación del ahorro de las familias', fruto del menor vigor del consumo.