BBVA y SCH crean una empresa para el pago por móvil en Latinoamérica
Los dos grandes bancos, SCH y BBVA, han creado la empresa Mobipay Internacional para lanzar su modelo de pago por móvil no sólo en Latinoamérica, como ya preveían, sino también en Europa. Argentina desaparece del proyecto y Portugal se perfila como puerta de entrada al mercado europeo.
Pago por teléfono móvil es sinónimo de más de 25 millones de potenciales clientes para las entidades financieras. Un mercado muy apetitoso pero aún demasiado en ciernes, ya que la sociedad creada por la mayor parte del sector financiero y los tres operadores de telefonía móvil, Mobipay España, todavía está en pruebas. Las otras dos plataformas, Caixamóvil (de La Caixa) y Paybox, (de Deutsche Bank), ya han empezado a funcionar pero con un volumen de negocio poco significativo.
La plataforma de los grandes bancos que nació como fusión de Móvilpago (BBVA y Telefónica Móviles) y Pagomóvil (SCH, la antigua Airtel, Amena y 4B) servirá de modelo a la sociedad paralela que nace para conquistar el mercado exterior.
Mobipay Internacional se ha constituido a finales de 2001 con un capital de unos 20,43 millones de euros (3.400 millones de pesetas) y el SCH y el BBVA tienen una participación predominante que ronda el 54%, según fuentes próximas a la empresa. También está presente Telefónica Móviles y finalmente, se han unido los otros dos operadores Vodafone y Amena.
Más accionistas
La idea es que el reparto de capital imite al de Mobipay España, en la que el 60% pertenece a las entidades financieras bancos, cajas, cooperativas y sistemas de pago que representan el 80% del sector y el 40% restante, a los operadores de telefonía.
Mobipay Internacional está abierto a más accionistas y algunos bancos y cajas, como Caja Madrid, han mostrado su interés en participar.
El proyecto se plantea ahora de forma más ambiciosa, ya que no sólo incluye el lanzamiento del modelo tecnológico y financiero a Latinoamérica, como estaba planeado, sino que también se abre a Europa.
Chile y después Brasil y México serán objetivos preferentes. La sociedad quiere desembarcar en estos países, en los que Telefónica Móviles tiene mercado, llegando a acuerdos con un operador local de telefonía para asegurar el mejor desarrollo del negocio. En el caso chileno, existen contactos entre los que podría figurar la compañía Entel, participada por Telecom Italia.
La convulsa crisis argentina ha hecho que de momento se elimine este país del proyecto, en el que antes figuraba como uno de los puntos clave.
En Europa, Portugal se perfila como el primer mercado en el que comenzará la conquista de Mobipay. La fuerte presencia del SCH y del BBVA en el país juegan a favor. Además, ha habido contactos con Portugal Telecom, el principal operador luso.
El lanzamiento se hará de forma muy paulatina, ya que la prioridad de los bancos y los operadores es que Mobipay España eche a andar con éxito. Su entrada en funcionamiento, prevista en un principio para principios de este año, ya se ha retrasado hasta el segundo semestre.
Puntos sin definir
El estándar tecnológico está concluido y en pruebas. A ello ha ayudado el hecho de que el Gobierno instara en su día al BBVA y Telefónica Móviles a abrir su plataforma a otros competidores y al final se hayan adherido la mayor parte de entidades financieras, los tres operadores y los tres sistemas de pago (Visa, Euro 6000 y 4B).
La mayoría de accionistas de Mobipay dan por hecho que La Caixa se unirá tarde o temprano a la sociedad. Curiosamente, Visa participa en el modelo tecnológico de Caixamóvil pero también está en el capital de Mobipay.
El inconveniente de esta plataforma es que aún falta por definir cómo se va a comercializar, aunque no está prevista una campaña de promoción masiva. Y tampoco queda claro, por ejemplo, si el mensaje de móvil con el que el cliente confirma el pago corre a su cuenta o a la del comercio. Mobipay ya se ha asegurado la adhesión de unos 800.000 establecimientos.