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Crisis Argentina

Argentina dejará flotar libremente el peso y suavizará el 'corralito' financiero

El Gobierno de Eduardo Duhalde pondrá en marcha esta semana un nuevo paquete de medidas económicas para tratar de frenar la presión ciudadana en la calle y del FMI para concederle nueva ayuda financiera. Las medidas consisten en liberar el tipo de cambio de la moneda, nominar en pesos deudas y depósitos, y mantener la restricción a la disponibilidad de depósitos bancarios, salvo para sueldos y despidos.

Anoche los argentinos esperaban que el Gobierno de Eduardo Duhalde hiciera público el nuevo programa económico para desbloquear la crisis social y económica que atraviesa el país. Al cierre de esta edición aún no había sido difundido, pero su contenido había sido filtrado ya por la prensa bonaerense.

En líneas generales, el paquete que debía anunciar el titular de Economía, Jorge Remes Lenicov, consistiría en liberar el tipo de cambio de la divisa (tal como había pedido el Fondo Monetario Internacional); pesificar todas las deudas al precio de un peso por un dólar y todos los depósitos al precio de 1,40 pesos por un dólar; y mantener la restricción en la disposición de efectivo en los bancos (el llamado corralito financiero), salvo para las cuantías del salario.

Para poder aplicar estas medidas, que precisan de cambios legales de urgencia, el Banco Central del país mantendrá con toda seguridad el cierre de la banca durante hoy y mañana (feriado bancario). Este cierre de la banca supone, en parte, un desafío a la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, que declaró inconstitucional el pasado viernes el corralito financiero. La propia banca, así como los analistas internacionales, habían advertido que si se levantaba corralito, la quiebra del sistema bancario estaba servida. Además, el sistema bancario carece del efectivo suficiente como para hacer frente a la demanda pontencial de los depositantes argentinos, que puede llegar a 65.000 millones de dólares (75.000 millones de euros, o 12,4 billones de pesetas).

Fuentes periodísticas argentinas aseguraban que la restricción de depósitos, con la salvedad de los sueldos, podría mantenerse hasta 2005, como única medida para recuperar la confianza sin dinamitar el sistema financiero. El propio Gobierno, por boca de su ministro de Exteriores, Carlos Ruckauf, anunció al regresar a Buenos Aires de su gira por Estados Unidos y Europa que ¢la decisión del tribunal es de cumplimiento imposible¢.

La libre flotación del peso contra el resto de las divisas no entrará en funcionamiento hasta que abran los mercados, que bien podría ser el miércoles. Hasta ahora el Gobierno mantenía un tipo de cambio artificial de 1,40 pesos por dólar para todos las operaciones bancarias y exteriores, mientras que en el mercado libre el dólar llegó a superar los dos pesos. Esta dualidad de precios se terminará cuando el tipo de cambio lo fijo el mercado.

Destitución de la Corte

Por otra parte, el Gobierno argentino alcanzó también un acuerdo con las principales fuerzas políticas para destituir a jueces de la Corte Suprema de Justicia, tras el conflicto de poderes que desató el máximo tribunal al declarar inconstitucional el denominado corralito bancario.

El acuerdo para destituir, mediante el sistema de juicio parlamentario a por lo menos seis de los nueve magistrados de la Corte Suprema, fue logrado en una reunión de Eduardo Duhalde con dirigentes de su partido, el Justicialista, de la Unión Cívica Radical y del Frepaso.

Además, el senador peronista Barrionuevo anunció que prepara una reforma política que conllevaría a elecciones en todos los mandatos del país, desde la presidencia de la República hasta las provincias.

El ministro de Exteriores también hizo un balance de su gira por Estados Unidos y Europa, y destacó que en España ¢había una tensión que se disipó cuando pudo explicar los ejes centrales de la política que desarrollará Duhalde¢. Comentó que ¢no se está planteando que las empresas españolas se vayan de Argentina¢, subrayó.

Cambio en la filial de Telefónica

 

 

 

 

En plena crisis económica, el presidente del grupo Telefónica,César Alierta, considera que ha llegado el momento de hacer un relevo en su filial argentina, que junto a las de Brasil, tiene mucho peso en las cuentas del grupo. Probablemente mañana, el grupo anunciará el nombramiento del máximo responsable de esa filial a Miguel Ángel Gutiérrez, un ejecutivo argentino que hasta ahora trabajaba para JP Morgan, según publicó ayer El País. De esta forma, el nuevo responsable dirigirá todo el negocio de telefonía fija y móvil y vendrá a sustituir a Carlos Fernández- Prida, que fue nombrado por Juan Villalonga en 1998. El hecho de elegir a un hombre del país facilitará a Telefónica su adaptación a la crítica situación en la que se encuentra Argentina, y supone un paso más en la política de Alierta de colocar al frente de sus filiales a directivos del país al que pertenecen. Telefónica Argentina es un conjunto de empresas que reporta a Madrid y del que dependen un centro corporativo y varias unidades de negocio.

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