Las retribuciones de los ejecutivos subirán este año medio punto menos de lo previsto
Los atentados del 11 de septiembre y el fin de la burbuja creada por las empresas tecnológicas pasa factura al salario de los directivos. Como muestra, el Estudio Interempresarial de Retribución de Puestos Directivos 2001 elaborado por Andersen concluye que en España se ha reducido en 0,5 puntos porcentuales los incrementos salariales previstos para 2002.
Según afirmó ayer Ignacio Mazo, socio de Andersen, durante la jornada Retribuciones, fórmulas de compensación y planes de stock options organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección el incremento salarial previsto en niveles ejecutivos estaba en el 4% y ha pasado al 3,5%. Y el aumento previsto en la dirección corporativa ha pasado del 3,7% al 3,2%.
En España, la retribución fija media para los niveles ejecutivos es de 126.068 euros (20.975.950 pesetas) frente a los 99.071 euros que recibe la dirección corporativa o los 75.535 euros de la plantilla de dirección. En este sentido, Mazo destacó la convergencia de las retribuciones fijas pagadas en España con las de la UE, pero 'esta convergencia no se produce entre países, sino entre ciudades'.
Sobre la retribución variable, por objetivos, el estudio revela que es ya una práctica consolidada que supone entre el 32% del salario fijo para niveles ejecutivos y el 23% para la dirección funcional. No obstante, dada la incertidumbre económica, el estudio destaca que las organizaciones pueden revisar sus programas de incentivos reajustando los objetivos. En cuanto a retribuciones en especie, el informe confirma que el coche de empresa, los planes de previsión y los seguros son las fórmulas más utilizadas. Desde el punto de vista legal, Federico Durán de Garrigues & Andersen, analizó los problemas de determinadas fórmulas retributivas, como los premios de jubilación, y destacó que el marco jurídico 'está presionando' sobre la tendencia de las empresas a aumentar el salario en especie. Así, Durán recordó que 'quizá muchas empresas no puedan afrontar el coste de externalizar los premios de jubilación', una obligación cuyo plazo termina en noviembre de este año.