Jóvenes y abiertos al exterior
El reparto de bienes derivado de la fragmentación de Checoslovaquia, en República Checa y República de Eslovaquia, en 1993, supuso para la segunda la recepción de una industria estatal en crisis y un Gobierno, encabezado por Vladimir Meciar, que aisló al país del resto de Europa. La posterior puesta en marcha de profundas medidas de privatización y la introducción de grandes incentivos fiscales para atraer la inversión extranjera han marcado la evolución del tejido empresarial eslovaco, que hoy convive con centenares de compañías de media Europa.
Un proceso a tener en cuenta es el de la creciente incorporación de los jóvenes a la dirección de empresas. Por su parte, las multinacionales comienzan a tomar posiciones en el país. De este modo, quienes han descubierto Eslovaquia para los negocios hablan de una mano de obra cualificada a precios altamente competitivos, aceptables infraestructuras, nuevas zonas industriales y unas cuotas de consumo en aumento entre la población.
El carácter del hombre de negocios suele ser 'agradable y muy receptivo', comenta el técnico del Servicio de Comercio Exterior e Internacionalización de la Cámara de Comercio de Cantabria, José Luis Diego. Pero hay varios puntos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de intentar entablar relaciones comerciales: 'Existe una gran atomización en el mundo de la empresa y las pymes deben cambiar aún de mentalidad. Una vez en el país, es mucho más fácil llegar a acuerdos con los jóvenes empresarios que con los más mayores, sin tradición de recibir ofertas del exterior. Pero, en general, España y sus artículos son atractivos en Eslovaquia'. Por la parte que toca al empresariado español, las múltiples misiones comerciales destinadas allí están poniendo de manifiesto que muy pocos de los participantes conocen la idiosincrasia de este pueblo centroeuropeo.
José Luis Diego ha acompañado a decenas de empresas españolas en los últimos tres años y en sus informes destaca tres puntos: 'El consumo está creciendo, por lo que el país interesa a las grandes cadenas de distribución, como Tesco, Alcampo o Carrefour, que ya se asientan en las principales ciudadades; el empresario empieza a tomarse en serio la modernización de las comunicaciones y la adaptación de los negocios a las nuevas tecnologías; y, por último, resulta llamativa la reciente entrada de cadenas hoteleras de todo el mundo', apunta el técnico de la Cámara cántabra.
'La Alemania humilde'
Sin embargo, diseñar la agenda de reuniones y contratar un traductor desde España resulta básico para el éxito de la visita comercial a Eslovaquia. 'Es un país sumamente interesante, muy bien situado y en franca expansión, pero existen varios problemas, como el idioma. Allí muy pocos hablan inglés, y la falta de una oficina comercial asentada también es una traba', sentencia Diego. Eso sí, una vez allí, los españoles pueden encontrar interesantes apoyos o socios locales entre las miles de empresas austriacas, alemanas e italianas, entre otras procedencias, ya asentadas.
'Yo recomendaría que la primera vez que se visitara el país se hiciera formando parte de una misión comercial porque todo resulta mucho más fácil', aconseja el director gerente de Lyssolen, José Ignacio Miguel Pampliega. Este empresario afincado en un pueblo madrileño viaja prácticamente todos los meses a Centroeuropa, donde presenta su gama relacionada con el cuidado de la madera, y ha mantenido distintos encuentros en Eslovaquia: 'Fui por primera vez en 1999 y cuando vuelvo noto grandes cambios en sus infraestructuras', observa este directivo. 'Yo la llamo la Alemania humilde por el alto grado de organización y formalidad de sus gentes en el mundo de los negocios', añade.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores español hay varios pormenores que no deben olvidarse antes de coger el avión hacia la capital eslovaca, Bratislava. Es necesario el pasaporte; al entrar no existen restricciones a la cantidad de dinero extranjero, que puede ser cambiado en bancos y oficinas de cambio; las personas con afecciones respiratorias han de tener en cuenta que viajan a un lugar con altos niveles de contaminación en los núcleos urbanos más importantes (Bratislava y Kosice), que cuentan con un gran cinturón industrial, y debe vigilarse el estado de los alimentos, así como la salinidad del agua.
No existen zonas de especial riesgo para la seguridad, pero en caso de contar con un coche conviene aparcarlo en estacionamientos controlados para evitar su robo, especialmente si son todoterrenos o vehículos de fabricación alemana o japonesa, modelos fruto de deseo entre los delincuentes locales.El reparto de bienes derivado de la fragmentación de Checoslovaquia, en República Checa y República de Eslovaquia, en 1993, supuso para la segunda la recepción de una industria estatal en crisis y un Gobierno, encabezado por Vladimir Meciar, que aisló al país del resto de Europa. La posterior puesta en marcha de profundas medidas de privatización y la introducción de grandes incentivos fiscales para atraer la inversión extranjera han marcado la evolución del tejido empresarial eslovaco, que hoy convive con centenares de compañías de media Europa.
Un proceso a tener en cuenta es el de la creciente incorporación de los jóvenes a la dirección de empresas. Por su parte, las multinacionales comienzan a tomar posiciones en el país. De este modo, quienes han descubierto Eslovaquia para los negocios hablan de una mano de obra cualificada a precios altamente competitivos, aceptables infraestructuras, nuevas zonas industriales y unas cuotas de consumo en aumento entre la población.
El carácter del hombre de negocios suele ser 'agradable y muy receptivo', comenta el técnico del Servicio de Comercio Exterior e Internacionalización de la Cámara de Comercio de Cantabria, José Luis Diego. Pero hay varios puntos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de intentar entablar relaciones comerciales: 'Existe una gran atomización en el mundo de la empresa y las pymes deben cambiar aún de mentalidad. Una vez en el país, es mucho más fácil llegar a acuerdos con los jóvenes empresarios que con los más mayores, sin tradición de recibir ofertas del exterior. Pero, en general, España y sus artículos son atractivos en Eslovaquia'. Por la parte que toca al empresariado español, las múltiples misiones comerciales destinadas allí están poniendo de manifiesto que muy pocos de los participantes conocen la idiosincrasia de este pueblo centroeuropeo.
José Luis Diego ha acompañado a decenas de empresas españolas en los últimos tres años y en sus informes destaca tres puntos: 'El consumo está creciendo, por lo que el país interesa a las grandes cadenas de distribución, como Tesco, Alcampo o Carrefour, que ya se asientan en las principales ciudadades; el empresario empieza a tomarse en serio la modernización de las comunicaciones y la adaptación de los negocios a las nuevas tecnologías; y, por último, resulta llamativa la reciente entrada de cadenas hoteleras de todo el mundo', apunta el técnico de la Cámara cántabra.
'La Alemania humilde'
Sin embargo, diseñar la agenda de reuniones y contratar un traductor desde España resulta básico para el éxito de la visita comercial a Eslovaquia. 'Es un país sumamente interesante, muy bien situado y en franca expansión, pero existen varios problemas, como el idioma. Allí muy pocos hablan inglés, y la falta de una oficina comercial asentada también es una traba', sentencia Diego. Eso sí, una vez allí, los españoles pueden encontrar interesantes apoyos o socios locales entre las miles de empresas austriacas, alemanas e italianas, entre otras procedencias, ya asentadas.
'Yo recomendaría que la primera vez que se visitara el país se hiciera formando parte de una misión comercial porque todo resulta mucho más fácil', aconseja el director gerente de Lyssolen, José Ignacio Miguel Pampliega. Este empresario afincado en un pueblo madrileño viaja prácticamente todos los meses a Centroeuropa, donde presenta su gama relacionada con el cuidado de la madera, y ha mantenido distintos encuentros en Eslovaquia: 'Fui por primera vez en 1999 y cuando vuelvo noto grandes cambios en sus infraestructuras', observa este directivo. 'Yo la llamo la Alemania humilde por el alto grado de organización y formalidad de sus gentes en el mundo de los negocios', añade.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores español hay varios pormenores que no deben olvidarse antes de coger el avión hacia la capital eslovaca, Bratislava. Es necesario el pasaporte; al entrar no existen restricciones a la cantidad de dinero extranjero, que puede ser cambiado en bancos y oficinas de cambio; las personas con afecciones respiratorias han de tener en cuenta que viajan a un lugar con altos niveles de contaminación en los núcleos urbanos más importantes (Bratislava y Kosice), que cuentan con un gran cinturón industrial, y debe vigilarse el estado de los alimentos, así como la salinidad del agua.
No existen zonas de especial riesgo para la seguridad, pero en caso de contar con un coche conviene aparcarlo en estacionamientos controlados para evitar su robo, especialmente si son todoterrenos o vehículos de fabricación alemana o japonesa, modelos fruto de deseo entre los delincuentes locales. Javier F. Magariño