Deutsche Bank celebra su consejo entre malos resultados y disputas entre directivos
Las desavenencias en la cúpula del Deutsche Bank, el primer banco europeo, sobre la remodelación de su cúpula directiva se han recrudecido en las últimas semanas. Las causas han sido el anunciado relevo en mayo del presidente, Rolf Breuer, por el suizo de 53 años Josef Ackermann y las disputas entre directivos por hacerse con mayores cuotas de poder.
Todas estas luchas se verán hoy en la reunión del consejo de supervisión, en la que, previsiblemente, se tendrán que analizar unos resultados anuales que se saldarán con un descenso del 60% en el beneficio, según los analistas.
Ackermann, por el momento responsable de banca de inversión del Deutsche Bank, ha propuesto un cambio casi revolucionario del modelo de dirección vigente, con una presidencia colegiada provista de escasos poderes operativos, que daría paso a una concentración de poder en el presidente.
Esta reestructuración, que proponen algunos miembros del consejo de dirección del instituto, conllevaría el traslado de una parte de las actividades operativas del banco de su sede de Francfort a Londres, de acuerdo con el concepto elaborado por Ackermann. Según diversos rumores, el consejo presente sería reducido de ocho a cinco miembros, bajo las órdenes de Ackermann. Los otros cuatro ejecutivos ejercerían funciones concretas como personal o administración. La parte operativa dependería del presidente y de ocho jefes.
Uno de los más visibles detractores de estos cambios es Thomas Fischer, influyente miembro de la dirección y encargado de riesgos en la entidad, quien podría abandonar el banco si pierde la pugna por mantener intacta la actual estructura de poder del Deutsche. En los últimos días, los rivales de Fischer han diseminado rumores en la prensa especializada sobre su dimisión.
El nuevo concepto de dirección del Deutsche será presentado a las autoridades reguladoras alemanas mañana. Su aprobación parece improbable, vista la rigidez de criterios de la Oficina Federal de Supervisión de Asuntos Crediticios, que tiene la última palabra.