El FMI apuesta por el dólar como moneda temporal para Afganistán
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó ayer a las autoridades afganas que acepten el dólar como moneda oficial hasta que estén en condiciones de acuñar una divisa sólida y con credibilidad. El deterioro de la capacidad administrativa de Afganistán es tal que las últimas estadísticas económicas datan de 1996.
El jefe de la misión del FMI en Afganistán, Paul Chabrier, apostó ayer por la divisa estadounidense. El propio gobernador interino del banco central, Abdul Qadeer, reconoce que el afgani, la moneda oficial, 'es inviable'. Las autoridades estiman que hay al menos siete versiones del afgani en circulación, por lo que el banco central desconoce la cantidad de dinero que hay en manos de los ciudadanos. Por otra parte, las falsificaciones están a la orden del día.
'Adoptar el dólar traería más beneficios que aspectos negativos', opinó en rueda de prensa el experto en política fiscal enviado por el FMI a Kabul, Warren Coats. El funcionario explicó que el afgani podría ser reemplazado por una nueva moneda en seis o nueve meses, pero que era aconsejable retrasar el cambio unos dos años y adoptar provisionalmente el dólar como moneda oficial.
Un equipo del FMI y el Banco Mundial se encuentra en Kabul trazando con las autoridades un plan para revitalizar la economía del país. Chabrier, que ya había estado en Afganistán hace 10 años, manifestó su 'profunda tristeza' ante el panorama que se ha encontrado: 'La capacidad administrativa del Gobierno está totalmente destruida'.
No hacen faltan demasiados estudios para comprender que el país, arrasado por la guerra y por cuatro años de intensa sequía, está en ruinas. Pero lo cierto es que no hay estadísticas económicas de ningún tipo, las últimas cifras oficiales son de 1996.
Las reservas del banco central fueron saqueadas por los talibán en noviembre. El sistema financiero no existe en la práctica, ya que nadie guarda su dinero en el banco, lo que agrava los problemas para introducir una nueva moneda. La misión internacional apuesta por los impuestos arancelarios como la vía más fácil de recaudación. Chabrier destacó que las autoridades han recolectado 12 millones de dólares (13,9 millones de euros) en aranceles en los últimos nueve meses. El Presupuesto debe estar listo para el 21 de marzo y en él se deben incluir los 1.800 millones de dólares (2.090 millones de euros) que han prometido desembolsar los donantes internacionales en la reunión celebrada en Tokio los pasados días 22 y 23 de enero.
Fomento de inversiones
El presidente afgano, Hamid Karzai, se encuentra de visita oficial en EE UU, donde se ha reunido con los responsables del Gobierno americano, del FMI y del Banco Mundial.
El republicano George Bush le prometió apoyo para formar a las tropas afganas, pero descartó enviar fuerzas de paz. Además anunció que la Casa Blanca destinará 50 millones de dólares (58 millones de euros) a fomentar inversiones privadas estadounidenses en Afganistán. Aunque no envíe fuerzas de paz, Bush sí está dispuesto a continuar la ofensiva militar en Afganistán, donde las tropas del Pentágono siguen buscando al saudí Osama Bin Laden, sospechoso de ordenar los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Un equipo de estos soldados sufrió un aparatoso accidente cuando su helicóptero se estrelló al este del país mientras intentaban aterrizar en un terreno bastante rocoso. El Pentágono informó que 16 soldados resultaron heridos. En otro incidente, cinco soldados estadounidenses fueron heridos, uno de ellos de gravedad, al ser golpeados por una grúa excavadora.
En cuanto al paradero de Bin Laden, todas las apuestas siguen abiertas. Las autoridades paquistaníes desmintieron ayer la información difundida por la CBS de que el saudí había acudido a un hospital militar paquistaní para someterse a una diálisis de riñón. El ministro afgano de Exteriores, Abdulá Abdulá, que acompaña a Karzai en su gira, expresó su convicción de que Bin Laden sigue en Afganistán.