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Las trabas de EE UU vuelven a frustrar la fusión de British y American

Portavoces de British Airways y de American Airlines confirmaron ayer la ruptura de sus negociaciones para establecer una alianza, tras más de cinco años en los que esperaban una resolución positiva de las autoridades de transporte y antimonopolio de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Ambas compañías son la base del grupo aéreo mundial One World, en el que se halla integrada la compañía española Iberia, además de ser sus socios industriales.

La reacción se produjo poco después de que el Departamento de Transporte de Estados Unidos anunciara la aprobación en principio de la alianza entre las dos aerolíneas, con la condición de que cedieran 224 slots o espacios para el aterrizaje de aviones estadounidenses en el aeropuerto londinense de Heathrow. La resolución también hace depender a la alianza de la firma entre EE UU y el Reino Unido de un acuerdo de 'cielos abiertos'. Bajo todas estas condiciones, ambas aerolíneas consideran que no es viable una alianza que les permitiría coordinar el precio de sus tarifas y vuelos, y también dar un impulso a One World. Aún queda por conocer la opinión de los reguladores del Reino Unido, aunque después del anuncio de ruptura realizado por las dos empresas interesadas tal vez carezca de valor.

Alianza en crisis

Por su parte, el presidente de Iberia, durante el acto de presentación de resultados que se realizó antes de conocer la decisión de las autoridades estadounidenses, aseguró que era optimista en cuanto a las condiciones que las autoridades estadounidenses y británicas impondrán a la alianza entre British y American, recordando el precedente de las autorizaciones que han recibido las alianzas Sky Team y Star Alliance.

Irala, sin embargo, señaló que, si las condiciones que finalmente se fijen hacen imposible el pacto entre American y British, 'no sólo será necesario que Iberia abandone One World, sino que esta organización se convertirá en un instrumento inviable'.

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