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El BCE proporciona 40.000 millones de euros para cubrir la falta de liquidez

La demanda de euros es superior a lo previsto por los Doce y algunas instituciones financieras están siendo lentas a la hora de canjear las antiguas divisas por la moneda común. Ello ha provocado una falta de liquidez momentánea a la que el Banco Central Europeo (BCE) respondió ayer inyectando 40.000 millones euros en el sistema.

El BCE reconoce que la demanda de moneda única avanza a un ritmo más rápido de lo previsto inicialmente por los miembros de la Unión Monetaria Europea (UME). Según Jean Rodríguez, uno de los portavoces del BCE en Francfort, a ello se suma el hecho de que "algunas instituciones financieras están siendo algo lentas en la devolución de divisas nacionales a los bancos centrales".

Mientras no devuelvan a sus respectivos bancos centrales las viejas divisas, no pueden recibir los euros correspondientes. Y ello ha provocado un cuello de botella momentáneo en el sistema bancario.

El BCE respondió ayer a esta situación con una subasta repo extraordinaria con vencimiento a un día a un tipo de interés marginal del 3,28%. Es decir, que transfirió 40.000 millones de euros a las instituciones financieras con un compromiso de recompra que vence hoy viernes.

En la operación participaron más de 60 entidades financieras y la demanda, que alcanzó los 59.377 millones de euros, superó la oferta.

El BCE no quiso ofrecer, sin embargo, datos sobre la nacionalidad de las entidades financieras que habían acudido a la subasta.

Las colocaciones extraordinarias de divisas son utilizadas de manera habitual por los bancos centrales para garantizar la liquidez del sistema financiero cuando ocurren situaciones extraordinarias.

La fórmula fue utilizada tanto por la Reserva Federal estadounidense como por el BCE tras los atentados terroristas del 11 de septiembre. La máxima autoridad monetaria de los Doce también tuvo que aportar ya 25.000 millones de euros al sistema financiero con carácter extraordinario el pasado 4 de enero.

Y mientras las entidades bancarias recurren al banco central para resolver su escasez de euros, los ciudadanos y empresas de la UME avanzan rápidamente en el proceso de sustitución de las antiguas monedas nacionales por la nueva divisa única.

Según los últimos cálculos oficiales del BCE, el valor total del dinero en circulación en los Doce denominado en las antiguas divisas nacionales cayó el pasado miércoles hasta 200.250 millones de euros (un 4,7% menos que el martes).

El ratio de incorporación del euro subió el miércoles del 45,5% al 47,6%. Es decir, que un 47,6% de todos los billetes y monedas en circulación correspondía a euros.

Sin embargo, el volumen de transacciones procesadas en euros es todavía mayor.

Eugeni Domingo Solans, miembro del consejo ejecutivo del BCE, declaró ayer en Sabadell que el 70% de las operaciones comerciales y financieras de los Doce ya se lleva a cabo en la moneda común europea, informa Efe.

Solans añadió que en estos momentos están circulando 385.000 millones de euros fuera de los bancos centrales, lo que supone un aumento del 45% respecto al pasado 1 de enero.

Solans también se pronunció ayer, a través de un comunicado oficial del BCE, respecto a la amenaza inflacionista provocada por el redondeo al alza de precios por parte de comerciantes de la zona euro. En su opinión, "en general, la competencia y la profesionalidad de los comerciantes impedirá aumentos significativos de precios".

Rápida adaptación

En España, el miércoles existían 24.301 millones de euros en circulación, incluidos billetes y monedas. Y la Sociedad Estatal de Transición al Euro calcula que siete de cada 10 españoles pagaron en euros durante la primera semana de circulación de la nueva moneda.

Los pagos en efectivo ejecutados en la moneda común han pasado del 17% el pasado 2 de enero hasta un 70% al final de la primera semana. El porcentaje de devolución en euros en los comercios pasó del 58% al 78% en esa semana.

En cuanto a la red de cajeros automáticos, el pasado día 4 ya había completado al 100% su adaptación al euro, superando con ello las previsiones de las propias entidades financieras.

 

La divisa común oscila sin rumbo definido

A pesar del éxito de su entrada en circulación, el euro sigue sin recuperar los 0,90 dólares a los que llegó a cotizar durante la primera semana del año.

A dos horas del cierre del mercado de Nueva York, el euro se canjeaba a 0,8915 dólares, prácticamente sin cambios respecto al precio fijado en el momento de la apertura.

Los operadores del mercado de cambios creen que el euro se ha visto dañado por la reciente dimisión del ministro italiano de Exteriores, el europeísta Renato Ruggiero, y por el temor a los efectos que la devaluación del peso argentino tenga sobre las economías europeas.

Además, los modestos indicadores económicos publicados estos días en la zona euro tampoco ayudan en nada a la divisa.

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