El comercio regional sufre un gran frenazo desde el pasado diciembre
El estallido de la crisis argentina ha congelado los intercambios comerciales en la región. Las exportaciones chilenas a Argentina llevan dos semanas paralizadas y las brasileñas se redujeron un 55% en diciembre. Las divisas de ambos países registran un constante retroceso frente al dólar. El contagio, por tanto, es real, aunque de momento no se ha desbordado.
El ex ministro argentino de Economía Domingo Cavallo impuso antes de su marcha un listado de importaciones de productos de consumo "no crítico", cuyo pago sólo estaría autorizado por el banco central una vez que la mercancía llegara a su destino.
El actual Gobierno mantiene esas restricciones, lo que, en el actual clima de inestabilidad política y social, ha paralizado por completo las exportaciones chilenas hacia Argentina. Un parón que se suma a la fuerte desaceleración que ya experimentaban hasta noviembre, cuando las ventas de manufacturas se habían reducido casi un 60% respecto al mismo periodo de 2000.
Brasil también sufre las consecuencias de la crisis argentina. Las ventas cariocas a este país se redujeron un 54,5% en diciembre hasta alcanzar el nivel más bajo desde 1993. "Las restricciones financieras, sumadas al recrudecimiento de la crisis social e institucional, disminuirán drásticamente los flujos comerciales" en los próximos meses, asegura el director del Centro de Estudios Bonaerenses, Dante Sica.
El Gobierno brasileño ha expresado su apoyo a la devaluación del peso argentino, ya que lo contrario -la dolarización- sí habría golpeado con dureza su economía, pero ha puesto de manifiesto su cautela hacia el plan económico.
Brasil reclama la eliminación de las excepciones arancelarias aplicadas unilateralmente por Cavallo en junio pasado y que benefician claramente al mercado argentino. Con ellas, Argentina redujo el arancel externo común que mantiene el Mercosur para importaciones de bienes de capital, telecomunicaciones e informática, entre otros. æpermil;sa es una de las peticiones que el ministro de Exteriores de Brasil le transmitirá a su homólogo argentino durante la reunión de ministros del Mercosur en Buenos Aires.
Factura energética
Pero el alcance de la crisis no es sólo de índole comercial. Chile ve seriamente amenazados sus presupuestos para 2002 por el encarecimiento que puede suponer para su factura energética el impuesto del 20% con el que el Gobierno argentino pretende gravar las exportaciones de hidrocarburos.
Un 40% de la generación eléctrica chilena utiliza el gas para producir energía y todo el gas natural que se consume en el país se importa de Argentina, lo que, de primeras, amenaza con subir los recibos del gas y la luz a los ciudadanos chilenos. Pero, además, los presupuestos para este año están elaborados con un precio del crudo inferior al que puede resultar si finalmente se aplica ese impuesto.
Este panorama configura un escenario de incertidumbre para los países de la región. No en vano, tanto el peso chileno como el real brasileño vienen registrando constantes depreciaciones frente al dólar en lo que va de semana.
El real cotiza ya a 2,41 dólares, el nivel más bajo en más de un mes, mientras que el peso chileno ha perdido un 3% sólo esta semana, hasta situarse en 676 unidades por dólar.