La Peineta entra en Europa con la apertura de tiendas en Milán, Londres y París
La aceptación de sus accesorios entre compradores extranjeros y la inexistencia en Europa de establecimientos orientados en exclusiva a la venta de complementos para el pelo son las razones que motivan a los responsables de la enseña a dar el salto al Viejo Continente.
La Peineta, cadena de tiendas de complementos para el cabello, prepara su entrada en Europa mediante la inauguración de establecimientos en diversas capitales europea. La aceptación de sus accesorios entre compradores extranjeros y la inexistencia en Europa de establecimientos orientados en exclusiva a la venta de complementos para el pelo son las razones que motivan a los responsables de la enseña a dar el salto al Viejo Continente. "Las exclusivas calles comerciales de Milán, Londres y París son los lugares óptimos para ubicar tiendas de La Peineta", según manifiesta el fundador de la compañía, Jaume Coll. "La exclusividad de los diseños encajaría muy bien dentro de esta ciudades cosmopolitas, en las que sí existe una mayor uso de estos complementos", asegura Coll.
Los responsables de La Peineta, enseña que está presente en Barcelona, Valencia, Madrid, Palma de Mallorca y Reus (Tarragona), descartan iniciar el desarrollo europeo de manera acelerada, ya que "frente al crecimiento rápido prevalece dar con el mejor franquiciador y la mejor ubicación", opina Coll.
Dentro del mercado español, La Peineta planea potenciar su presencia en las ciudades en las que ya está presente y abrir establecimientos en A Coruña y Sevilla. El primer centro La Peineta, que se inauguró en el Bulevard Rosa de Barcelona en 1987, "supuso una revolución, ya que el único artículo que existía para el pelo en el mercado era un clip negro sin ninguna función ornamental", según manifiesta Jaume Coll. Los complementos para cabello de La Peineta, diseñados por la esposa de Coll, Eunice Ferrer, se diferencian de los artículos que se encuentran en otros establecimientos por su forma, color y materiales, entre los que se incluye cristal de Swaroski.
La Peineta, que cerró 2001 con una facturación de 4,2 millones de euros, dispone de unas mil referencias en el mercado, entre las que sobresalen coleteros y pasadores. Su público objetivo son mujeres de todas las edades de clase social media-alta.