Apple revoluciona el diseño del nuevo iMac
El nuevo iMac supone un cambio radical en la concepción estética del ordenador, pero, más allá de esto, sus creadores esperan que sea la puerta de entrada a la era digital.
Durante dos años ingenieros y diseñadores del fabricante de Apple han trabajado en el nuevo y revolucionario iMac, el ordenador personal más personal de la marca de la manzana. El resultado se presentó a última hora del lunes en San Francisco. Fue el presidente de la empresa, Steve Jobs, quien dio a conocer un ordenador poco convencional en sus dimensiones y revolucionario diseño, algo que, por otra parte, es el sello de una empresa que no cree en el ordenador de caja cuadrada beige.
Pantalla plana de 15 pulgadas conectada por un brazo pivotal a una pequeña base con forma de bóveda en la que se encuentra la unidad de proceso. El nuevo iMac incluye un procesador G4 a 700 u 800 megahercios y el sistema operativo OSX.
El rediseño del iMac se esperaba para julio, pero no se llegó a tiempo. Cuando Jobs presentó el nuevo ordenador, se disculpó con cierto tono de orgullo: "Sé que ha habido una larga espera, pero creo que ha merecido la pena. Esto es lo mejor que hemos hecho nunca".
Jobs disfrutaba en la presentación. "La pantalla flota literalmente en medio del aire, es increíble. Todo el ordenador está en una pequeña base, la pantalla es plana y la puedo mover con un suave toque". La seguridad que mostró el presidente de Apple sobre el efecto de su nuevo ordenador en el mercado ("no creo que seamos capaces de hacer suficientes") se vio refrendada por la respuesta del público.
En particular, los analistas lo han acogido positivamente. Daniel Kunstler, de JP Morgan, comentaba ayer que estaba "impresionado por el diseño, es muy atractivo y debe generar bastante demanda". El único problema es el momento. Kunstler recordaba la difícil situación de la economía mundial.
Pero Apple no quiere que esto ponga en peligro las ventas de su nuevo ingenio y en EE UU los precios van a ser de 1.299 dólares (1.458 euros) para la versión básica y 1.799 dólares (2.019,7 euros) para la gama alta. Apple hace este iMac más barato que su anterior diseño radical, el Cube (un ordenador en una caja de plástico transparente), que valía 2.000 dólares. "Nos equivocamos", admitía Jobs, "a los consumidores les encantaba, pero era muy caro".
El objetivo de Apple con este sofisticado aparato es aumentar las ventas, que en el cuarto trimestre fueron de 294.000 unidades frente a las 571.000 del mismo mes del año anterior. Esta caída prueba la rapidez con la que se mueve esta industria, ya que fue en 1998 cuando la empresa lanzó el colorido iMac, del que se han vendido seis millones de unidades.
Por otro lado, Jobs está convencido de que este lanzamiento, que incluye el editor digital de fotografía y de música (iPhoto e iTune), permitirá al usuario afianzarse en la era digital.
Apple quiere ser la marca de los usuarios de este tipo de datos. "Se verán muchas cosas nuevas en el campo digital y seguimos poniendo a punto el ordenador para que sea un centro de aplicaciones digitales. Es posible que tengamos más sorpresas", dijo Jobs sin concretar más.