La inflación rusa subió al 18,6% en 2001 y supera con creces la meta oficial
Un factor que contribuyó a mitigar las tensiones inflacionistas fue la abundancia de la cosecha; la mayor en 40 años, lo que provocó una bajada de los precios agrícolas, que se situaron por debajo de la tasa de inflación.
La economía rusa cerró el año 2001 con una inflación del 18,6%, frente al 12% previsto inicialmente por el Gobierno. No obstante, la cifra fue recibida positivamente por los expertos. La previsión es que los precios sigan cayendo a lo largo de este año, mientras que la economía registrará una expansión de entre el 4% y el 4,3%.
La presión inflacionista estuvo motivada por los fuertes incrementos del sector servicios, donde los precios crecieron un 36,9%. Este sector está afectado por diversos precios marcados por el Gobierno, como son los de los suministros de gas y electricidad y los del transporte ferroviario.
Un factor que contribuyó a mitigar las tensiones inflacionistas fue la abundancia de la cosecha; la mayor en 40 años, lo que provocó una bajada de los precios agrícolas, que se situaron por debajo de la tasa de inflación.
Por otra parte, los altos precios del petróleo aumentaron los ingresos de las petroleras privadas, que controlan la mayor parte de la producción del país, y fueron un factor decisivo en la expansión del PIB, que probablemente fue del 5%, según las autoridades rusas.
El Presupuesto para 2002 es de 71.000 mLillones de dólares (79.775 millones de euros) y es el primero que prevé un superávit fiscal. Las previsiones del equipo económico de Moscú están marcadas por el optimismo. No en vano, la Bolsa de Moscú subió en 2001 un 53%, frente a las caídas generalizadas en Occidente. Rusia ha descartado recurrir este año a créditos del Fondo Monetario Internacional.