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MRW, Eroski, Iberia y Caja Madrid son las empresas más solidarias

Más de 51 organizaciones no gubernamentales (ONG) consultadas por la Fundación Empresa y Sociedad han votado a las compañías MRW, Eroski, Iberia y Caja Madrid como las más solidarias por sus programas destinados a la integración de desfavorecidos a la sociedad y sus aportaciones sociales.

Las principales organizaciones no gubernamentales que operan en España han designado a las compañías MRW, Eroski, Iberia y Caja Madrid como las que más han contribuido a la integración social y laboral de colectivos con dificultades o han hecho aportaciones desinteresadas a la sociedad en 2001. Las ONG votaron el pasado mes de diciembre sobre una encuesta realizada por la Fundación Empresa y Sociedad.

Entre las ONG participantes figuran entidades como Cruz Roja, Cáritas, Intermón, Manos Unidas, Unicef, Ayuda contra la Drogadicción, Solidaridad Internacional, la Fundación Save the Children, Acción contra el Hambre o Ayuda en Acción. La compañía de mensajería MRW captó el 43% de las menciones en el apartado denominado Programas apoyados en productos y servicios. Las ONG valoraron de esta compañía un programa de integración en plantilla de 100 discapacitados merced a un acuerdo con la Fundación ONCE por tres años. La evaluación realizada por la Fundación Empresa y Sociedad indica que en menos de dos años la compañía ha insertado a 65 discapacitados. También ha resultado objeto de mención la integración de la empresa en el programa Optima para la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres. Actualmente un 35,6% de los puestos de gerencia de oficinas son ocupados por mujeres. Los cargos administrativos son ocupados en un 88% por este colectivo. La compañía cuenta con un total de 508 agencias repartidas por España y Portugal.

Personal involucrado

La Fundación Empresa y Sociedad destaca también en su análisis que la adaptación de los discapacitados ha sido posible gracias, sobre todo, a que todo el personal no discapacitado se ha involucrado en la selección de los candidatos y en su promoción interna.

Eroski e Iberia ocupan ex aequo el liderazgo en el capítulo de Programas en colaboración de los empleados, con un 18% de las menciones cada una. La compañía aérea mantiene activos desde los años setenta unos centros especiales de empleo en los que trabajan discapacitados en labores que van desde el estuchado de objetos al procesamiento de datos del sistema Amadeus de reservas y del sistema informático de tarifas, así como el mantenimiento de jardines entre otros. La compañía contrata a estos centros como proveedores de servicios.

Los centros especiales de empleo reciben también subvenciones de los sindicatos de tierra y aire de la compañía. Estos centros cuentan ya con más de 400 empleados y 900 beneficiarios de servicios de rehabilitación y asistenciales. La facturación de los centros supera los 800 millones de pesetas. Sólo un tercio de la facturación procede de Iberia.

Grupo Eroski tiene en marcha un acuerdo firmado en 1992 con la Fundación ONCE por el que pretende tener el 10% de su plantilla integrada por trabajadores discapacitados.

El programa está funcionando mejor en los nuevos centros abiertos desde la firma del acuerdo que en los antiguos, según la evaluación de la Fundación Empresa y Sociedad. Eroski tiene 100 discapacitados en plantilla. En los nuevos centros, como el de Málaga o Tarragona, la implantación de personas discapacitadas ocupa hasta el 7,5% del total de la plantilla. Eroski cuenta con una plantilla de más de 20.000 trabajadores en la actualidad.

Subvenciones sindicales

En el capítulo de Programas corporativos, destinado a las aportaciones, donativos y mecenazgo, Caja Madrid obtuvo el 31% de las menciones.

De la caja destaca, además de numerosos programas y centros de ayuda a la inserción social de colectivos discapacitados y enfermos, una serie de microproyectos centrados en el fomento de empleo entre colectivos en situación precaria cofinanciado al 80% por el Fondo Social Europeo. Estos microproyectos están funcionando actualmente en los barrios de Usera y Villaverde, en Madrid.

 

La obra social de las compañías es casi desconocida

Uno de los objetivos de la acción social de las grandes empresas que venden productos y servicios al ciudadano es mejorar la percepción que tienen de ellas los ciudadanos desde el punto de vista de su responsabilidad con el resto de la sociedad.

Sin embargo, dado que todavía no está muy desarrollada ni la acción social ni su comunicación, no tiene sentido preguntar directamente al ciudadano, según apuntan los responsables de la Fundación Empresa y Sociedad. Encuestas recientes reflejan que apenas llega al 5% el número de personas que es capaz de mencionar nombres de empresas destacadas por su acción social, por lo que existe mucho camino por recorre en ese sentido.

Los responsables de la fundación aseguran que, sin embargo, estas acciones son cada vez más exigidas por la opinión pública.

Los promotores de la fundación, una entidad sin ánimo de lucro, creen que la apuesta por revertir a la sociedad una parte de los beneficios que se generan en la actividad económica es hoy una apuesta voluntaria pero empieza a ser exigida. "Cada vez son más las empresas que tienen que acompañar sus memorias de actividad por otras memorias como la medioambiental, de desarrollo sostenible o las actividades de una fundación o aportaciones desinteresadas a la sociedad", comenta una portavoz.

Las ONG consultadas tienen un alto grado de representatividad porque recogen la opinión indirecta de más de dos millones de socios en España. En ellas trabajan más de 42.000 personas asalariadas y un total de 271.000 voluntarios.

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