"Latinoamérica necesita impulsar reformas legales para dar garantías a los inversores"
Pregunta.
¿Qué balance hace del año 2001 en la región?
Respuesta. El hecho de que EE UU, Japón y Europa estén en crisis es una pésima noticia para la demanda mundial y el comercio de América Latina, basado en las materias primas. Nuestra predicción es que el año se haya cerrado con crecimiento del 0,9%. Son momentos muy difíciles para la región; la crisis del 11-S ha golpeado al precio de las materias primas y ha provocado un colapso en el turismo, que afecta sobre todo al Caribe.
P. ¿Cuáles son las perspectivas para este año?
R. Tendremos seis meses duros, pero el segundo semestre será de franca recuperación, con un crecimiento del 2,5%, que podría llegar a ser del 4,5% en 2003. Por una parte, la mejoría de EE UU repercutirá en el comercio. Si la Reserva Federal mantiene los tipos de interés en el bajo nivel actual, el efecto será muy beneficioso para estos países, con grandes necesidades de financiación externa y con un alto porcentaje de su deuda en dólares.
P. ¿Qué previsiones tiene sobre el desempleo?
R. Lamentablemente las previsiones no son tan optimistas en materia de empleo. La disminución del paro siempre va por detrás de la recuperación económica, así que habrá que esperar hasta 2003.
P. ¿Cómo afecta la deuda externa al crecimiento?
R. Creo que todos los países están en condiciones de manejar bien su deuda, salvo Argentina. Un país en el que debería fijarse el resto de la región es México, que en 2000 registró una expansión del 6,9%. æpermil;se es el camino.Para reducir la deuda la vía es un crecimiento sostenido del 5%.
P. ¿Cómo afecta la crisis comercial a acuerdos como Mercosur o al futuro del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)?
R. El ALCA es una prioridad. Todos los países deben hacer énfasis en su éxito. El mejor acuerdo para la región es uno global.Todos los acuerdos intrarregionales no deben ser otra cosa que un paso previo hacia ese gran acuerdo, si no, no son una buena idea. Sobre el Mercosur, no tiene sentido que se avance en nuevos acuerdos hasta que no se clarifique la situación argentina.
P. El contexto negativo actual, ¿puede incitar el intervencionismo político?
R. No vamos a ver un mayor intervencionismo. La sociedad reclama menos corrupción, más transparencia. Hay mucha decepción y frustración, pero no creo que vaya a canalizarse en populismo. Hay señales positivas: está el fracaso electoral de Ortega en Nicaragua, la derrota de Alan García en Perú, el triunfo de Lagos en Chile.
P. ¿Qué opciones tiene América Latina para impulsar el crecimiento?
R. Latinoamérica debe orientarse a la exportación y crear un ambiente favorable a la inversión extranjera. Hay que impulsar las reformas legales necesarias para dar garantías a los inversores. Otro factor clave es la educación; el crecimiento económico es directamente proporcional a la formación. También hay una grave carencia en servicios básicos de infraestructura sanitaria y redes de agua potable. Por otra parte, los países desarrollados han de abrir sus puertas. La eliminación de los subsidios agrarios en los países industrializados tendría un impacto positivo en los países pobres cinco veces superior a toda la ayuda que destina Occidente. Por último, eliminar las desigualdades sociales. Latinoamérica es la región más desigual del mundo.