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Presión a la banca para que amplíe su horario al público

Las entidades financieras asumen ya que tendrán que ampliar sus horarios en los primeros días de canje de la moneda. Las constantes peticiones del Gobierno para acelerar la introducción del euro y la respuesta del público auguran que el cambio de pesetas por euros será más rápido de lo previsto.

La gran afluencia de público a las sucursales abiertas el primer día de circulación del euro, festivo en toda Europa, hace presagiar jornadas complicadas para los trabajadores de banca la primera semana del año. Y es que la operación de canje a gran escala se inicia hoy, primer día laborable del año 2002.

El interés de los ciudadanos por contar con euros cuanto antes obligará a la banca a ampliar sus horarios de atención al público, uno de los compromisos adquiridos por las patronales bancarias con el Banco de España y el Ministerio de Economía.

El Ministerio de Economía ya arrancó a regañadientes el compromiso de la banca de abrir el día 1 de enero, a pesar de que se consideraba que no habría demanda suficiente y que la decisión introducía un cierto componente de alarma entre la población que acabarían pagando las propias entidades.

El ministro de Economía se encontró de frente con el rechazo de patronales y sindicatos de banca, quejosos del coste que asume el sector por el paso al euro, aunque las presiones constantes del Banco de España y del propio ministro acabaron por forzar la apertura.

Ayer responsables del Banco de España, incluido el propio gobernador, Jaime Caruana, asistían con una mezcla de satisfacción y preocupación al espectáculo de las colas formadas por los ciudadanos para efectuar los cambios. El temor es que lo que empieza con un entusiasmo por el euro se acabe convirtiendo en un enfado general del ciudadano por las molestias que pueden surgir si el proceso de canje no se desarrolla con tranquilidad.

Aun así, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, siguió ayer insistiendo en que hay que darse prisa en funcionar con euros y recomendó a todos los españoles que se acostumbren a realizar sus transacciones económicas en euros desde el primer día, evitando hacerlo paulatinamente.

Y para dar ejemplo, él mismo sacó euros de un cajero automático de Lleida para pagar con la nueva moneda su café de la mañana.

Rato sacó 70 euros en billetes de 20 y 50 en un cajero automático de La Caixa, situado en la calle Pas d'Arro de Viella, y recomendó a los ciudadanos introducirse "en el mundo del euro" sin reticencias y "lo antes posible".

Agradeció el "esfuerzo" de las entidades financieras, ya que "en muy pocos países europeos se ha llegado a un acuerdo para que bancos y cajas abran el 1 de enero".

El ministro de Economía anunció que las entidades financieras "ampliarán su horario para llegar a todos aquellos municipios que estén en un radio de 15 kilómetros y no tengan ninguna sucursal bancaria" e insistió en que "el sector de la hostelería y los comercios ya están repartiendo euros".

El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Leal, destacó ayer el gran interés que los ciudadanos están demostrando por el euro y se reconoció "sorprendido" por el hecho de que se formaran colas en muchas oficinas y en otras se acabaran los euros. "Pensábamos que habría poca gente, pero se han superado todas las expectativas", reconoció ayer.

Además, lanzó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos: "La banca está perfectamente preparada y abastecida de euros". "La operación está diseñada desde hace años y todo perfectamente planificado".

Hay que recordar que billetes y monedas en pesetas podrán ser canjeados por euros de forma gratuita hasta el 30 de junio en las entidades de crédito y, a partir de esa fecha, en el Banco de España.

Quejas comunes

Pese a que la mayoría de los responsables de las entidades y las autoridades destacaron que la primera jornada del euro se desarrolló con normalidad y sin incidentes de importancia, no faltaron las quejas de muchos ciudadanos.

En Cataluña, por ejemplo, el Instituto Catalán de Consumo de la Generalitat recibió durante la mañana de ayer media docena de quejas formales por conflictos derivados de la implantación del euro, informa Jordi Sacristán desde la delegación de Barcelona.

Según el director del Instituto, Josep Tous, entre los casos que han sido motivo de queja se encuentran los de una churrería y una pastelería que ayer no quisieron aceptar euros. Otro caso se produjo en un surtidor de gasolina que redondeaba a su favor los euros; en caso de pedirle al surtidor 2.000 pesetas, la máquina sólo suministraba gasolina por valor de 12 euros, en vez de los 12,02 correspondientes.

Otras quejas que se recibieron se debieron a que algunos bancos no cambiaron euros a personas que no fueran clientes de la entidad y que algunos cajeros automáticos catalanes aún estaban suministrando pesetas en vez de euros. Para atender estas quejas, el Instituto envió a sus inspectores a comprobar los casos.

Momentos de tensión se vivieron en la delegación del Banco España de Barcelona, desbordada por las solicitudes de cambio de monedas. Según portavoces de la entidad, la delegación de la Plaza Cataluña de Barcelona cambió ayer por la mañana unos 2,4 millones de euros (400 millones de pesetas). Sin embargo, el ritmo de cambio fue insuficiente para atender todas las demandas.

Hacia las 13.30 del mediodía, el director del Banco España en Cataluña, Lluís Verges, se dirigió a una cola formada por 200 personas para comunicarles que se adelantaba media hora el cierre de la oficina y que no iba a ser posible atenderles, lo que motivó la protesta y los gritos de todos aquellos que se habían quedado fuera de la delegación.

El Banco de España recuerda la invalidez de los cheques en pesetas

El Banco de España emitió ayer un comunicado para tratar de solventar las dudas relativas a la validez de los cheques emitidos en pesetas con anterioridad al 31 de diciembre de 2001 y a la utilización que debe hacerse de los talonarios antes y después de la citada fecha.

El banco central español recordó en su escrito que los cheques emitidos en pesetas que se presenten al cobro después de esa fecha serán pagados en euros, ya que a partir del 1 de enero de 2002, todas las cuentas que no hayan sido redenominadas con anterioridad se redenominarán en euros automáticamente.

El Banco de España subrayó en la nota difundida ayer que desde el 1 de enero la peseta deja de tener la consideración de unidad de cuenta, manteniendo exclusivamente su consideración de medio de pago de curso legal hasta el próximo 28 de febrero y su valor de canje.

Por este motivo, ya no podrán emitirse cheques en pesetas, ni utilizarse talonarios cifrados en esa moneda, puesto que la única unidad de cuenta del sistema monetario será el euro. No obstante, si por error se entrega como instrumento de pago un cheque emitido en pesetas después de esa fecha, la entidad financiera no lo abonará directamente en cuenta, sino que lo tomará en "gestión de cobro" hasta el 28 de febrero y solamente será abonado en cuenta si la entidad financiera librada atiende a su pago. En caso contrario, la entidad financiera devolverá el cheque al presentador.

En consecuencia, los titulares de cuentas corrientes que vayan a utilizar cheques como instrumento de pago deben dirigirse a sus respectivas entidades financieras para que éstas les provean de talonarios en euros, lo únicos utilizables para extender cheques desde el 1 de enero.

Los ciudadanos retiraron de

las sucursales 75 millones de euros

Las 900 sucursales abiertas por los bancos y cajas de ahorros, la sede del Banco de España en Madrid y sus 52 delegaciones repartidas por España dieron ayer 75 millones de euros (12.479 millones de pesetas) a los ciudadanos que se acercaron a retirar la nueva moneda, según cálculos provisionales del Banco de España recogidos entre las entidades.

Algunas, como Caja Madrid, que abrió 39 sucursales, informaron de que se realizaron alrededor de 6.000 operaciones de canje en sus oficinas, por un importe aproximado de tres millones de euros. El importe medio por operación fue de 420 euros por cliente. El Santander Central Hispano, que abrió 70, con presencia en todas las capitales de provincia y tratando de evitar coincidencias con otras entidades, registró 11.000 operaciones, por un importe aproximado de 3,3 millones de euros.

El responsable de la sucursal de la Plaza Canalejas comentaba ayer que el tiempo medio de cada operación fue de cinco minutos y se puso un límite de retirada de 600 euros. En las tres horas en que permanecieron abiertas al público, las oficinas de La Caixa dieron más de seis millones de euros. BBVA y Banco Popular no dieron datos precisos, pero constataron la gran afluencia de público en el estreno de la moneda.

Los ciudadanos de la Comunidad Valenciana y de La Rioja fueron los que se tomaron la jornada con más tranquilidad, con afluencia de público a las sucursales, pero sin aglomeraciones.

En Galicia, sin embargo, algunas entidades tuvieron que llamar a más empleados ante la inesperada concurrencia de los ciudadanos.

Todos coincidieron en que generalmente fueron personas mayores las que más se acercaron a las sucursales abiertas.

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